Chantal camino de la exploración III. Chantal tien - Relatos Eróticos

Chantal camino de la exploración III. Chantal tien

Chantal camino de la exploración III. Chantal tiene una cita

De vuelta a casa y al normal día a día…Mi marido contento de tenerme de vuelta tras mi escapada de trabajo a Frankfurt, sin embrago el tema sexual seguía igual, su pene cada vez más flácido y pequeño y totalmente impotente, incapaz de tener una erección que pudiese penetrar mí siempre sexo excitado.

Hablamos muchas veces sobre su incapacidad y mis necesidades como mujer activa sexualmente, sabía que este tema le avergonzaba profundamente y no solo le avergonzaba sino que le humillaba intensamente. Saberse incapaz de satisfacerme sexualmente le disminuía como hombre y él sabía que yo lo sabía

Este relato se relaciona, aunque no cronológicamente, con el escrito por mi marido en El camino de la exploración VI. Mi marido empezó a escribir su propia historia En el camino de la exploración y yo aporto posteriormente mi visión

“Al ver salir así de casa a mi mujer, sin aviso me dejó perplejo

Realmente había descuidado sexualmente a mi mujer Chantal durante mi proceso de sumisión a ama Sandra, juntamente, con mis problemas para poder mantener una erección y el tamaño micro de mi pene, no eran suficientes para poder satisfacerla sexualmente.

Aún y así, no me esperaba verla salir con ese traje ajustado, tan corto y tan sexy que quiso expresamente enseñarme antes decirme que vendría tarde”

Por fin y después de darle un tiempo suficiente a esta situación había tomado una importante decisión cansada de la incapacidad e impotencia de Daniel, hoy saldría a ligar, ya no podía soportarlo más y así me vestí lo más provocativamente que pude, vestido ajustado bastante corto con amplio escote y unos zapatos de tacón medio-alto (7cm) que me hacían bastante más alta que mi marido y así esperé su llegada para que me viera salir así de provocativa y con ganas de tener sexo con otros hombres

Le expliqué que, a pesar de quererle intensamente, yo continuaba con necesidades sexuales que él, Daniel, mi marido por más de 25 años, no podía satisfacer y aun entendiendo que pudiese tener problemas de erección relacionados con la edad, la simple masturbación o el cunnilingus no me eran suficientes…..Necesitaba un buen pene, grande y bien erecto que pudiese follarme varias veces en cada encuentro sexual, a lo que Daniel, mi marido, asintió avergonzado y cabizbajo, conocedor de su impotencia, sin poder mirarme a los ojos. Daniel, mi marido, entendió y supo perfectamente que desde hacía demasiado tiempo que ya no podía satisfacerme sexualmente y que aceptaba que buscará otros hombres que si la pudiesen satisfacerla sexualmente

Ahora no era el momento de hablar de esta nueva situación en nuestra vida de pareja, yo quería irme, y entendía que no era el mejor momento para hablarlo y a si se lo dije, ya hablaremos más tarde y me fui

No dejó de sorprenderme la reacción de mi marido o más bien la poca reacción que tuvo, cualquier otro hombre de verdad no me hubiese permitido hablarle así ni tampoco ...