Historias reales de lectoras : Sonia capítulo2 - Relatos Eróticos

Historias reales de lectoras : Sonia capítulo2

... acordado .

- No le diré nada , me mata si se entera .

Escuchar que sabía a lo que se arriesgaba si se enterara Eugenio y que, a pesar de ello ,se hubiera atrevido a acariciarme me hizo sentir ternura por él y me salió darle un beso en su mejilla .

- Gracias – le miré antes de darme la vuelta y dirigirme hacia la puerta .

- Sonia ! – me llamó antes de que la abriera – Por qué aceptas hacer lo que te pide ?

- Me gusta lo que me hace sentir – le respondí sin mirarlo y salí del almacén .

Cuando cerré la puerta a mi espalda vi a Emilio , el hombre de aspecto bonachón que me había defendido de Paco, me miraba con cara de tristeza desde la barra . Haciendo que tenía que coger algo de la cocina se acercó y me preguntó si estaba bien .

- Si , estoy bien . Gracias .

Don Ramón y Emilio eran dos buenos hombres en medio de una manada de lobos . Yo , la presa que todos anhelaban . Vi a Eugenio que hablaba con Paco , el más voraz de esa manada y que tanta repulsión me provocaba . Verlos juntos me dio miedo porque enseguida sentí que hasta que consiguiera su propósito no pararía.

Cuando salí de detrás de la barra , Eugenio me llamó y me acerqué a ellos . Me presentó a Paco y este no dudó en rodear mi cintura con su brazo y darme dos besos muy cerca de los labios .

- Encantado Sonia . Le estaba diciendo a Eugenio que es un cabronazo con suerte – me devoraba con los ojos – Ayer cuando te vi me quedé alucinado y al enterarme que eres la nueva “ amiguita “ de este , no me lo podía creer . Quería pedirte disculpas por lo que te solté ayer .

- No pasa nada – su mano acariciando mi cintura cerca de mis nalgas me estaba haciendo sentir muy incómoda.

- Ya te dije que era muy comprensiva - Eugenio no parecía molestarse porque su amigo me estuviera sobando delante suyo , sino que parecía divertirse al notar mi incomodidad – Ya te pedí la comida . Cuando termines nos vamos a casa que hoy te has ganado tu premio .

- Gracias – me ruboricé al pensar si el baboso de Paco sabría cual era mi ansiado premio .

- No me vas a invitar a acompañaros? – Paco no se daba por vencido.

- Quizás otro día te invite a tomar el café con nosotros. Hoy no, que quiero estar a solas con ella.

Cuando salí del baño de lavarme las manos, coincidió que salía don Ramón de la barra con mi plato de comida. Nos miramos durante un breve instante y me sonrojé al recordar cómo ese hombre me había hecho correrme en el almacén. El también debió recordar cómo se había corrido en mi mano porque a sus mejillas les pasó lo mismo .

Mientras comía no podía evitar mirar a aquellos hombres ; a don Ramón, al que Eugenio me había obligado a hacerle una paja y ante mí sorpresa , me había excitado mucho hacérsela hasta el punto que le dejé que me masturbara a mi. Miraba también a Eugenio , quien en pocos días había conseguido que me sintiera suya y lograba excitarme con su manera de tratarme . También miraba a Paco , que me ponía de los nervios con su manera tan soez de ...