De ser ABC 1a ser la Putita del Jardinero - Relatos Eróticos

De ser ABC 1a ser la Putita del Jardinero

... se acerco hasta su fino cuello perfumado finamente y nunca antes olido por el tosco hombre.

Cuando el se acercó y roso con su barba el cuello de la chica, ésta sintió un pequeño calor frío que le quitó un pequeño suspiro.

Mientras que lamía su cuello sutilmente le llevó su propia mamo a su abultado paquete debajo de su pantalón, estaba muy excitado pues estaba viviendo el sueño de tener solo para él y sus sucios juegos a la chica engreída de Laurita.

Cuaneo Laura apoya su fima mano sobre el pantalón noto el gran paquete que se escondía debajo de la cremallera y boxer, apretó fuertemente con todas sus fuerzas como con afán de estrangular esa mojada verga que tenía Jacinto a causa de la calentura de estar viviendo el sueño de su vida.

Casi por instinto Laura la niña fina, se arrodilló frente al jardinero para tomar dos manos y llevarse a la boca, aquel enorme trozo de verga que humeaba cada vez que Laura se lo sacaba de su boca para tomar aliento y seguir mamandolo como jamás lo había hecho,

Jacinto estaba desencajado e hipnotizado en los bellos ojos celestes de su Ahora, Putita Laura.

Por momentos y como poseída la muchacha no paraba de comerle la verga a Jacinto que jadeaba cómo un lobo en época de celos, sin aliento y sin oxígeno toma con gran fuerza la cabeza de su putita Laura y comienza con una fuerza jamás antes vista por el, a llenarle la boca con su leche, Laura quiso apartarse pues no podía respirar pero en vez de sentir como entraba oxígeno fresco por sus vías nasales sintió como una dragona que escupe fuego, como le salía por sus narices los mocos de Jacinto el jardinero al no tener otra salida en ese momento.

Una vez que el hombre tomo el aliento y completamente descargado, tomo a la joven del cabello, la hacerco y besó sus labios aún chorreando su propio semen.

Estuviste exquisita Putita mía, ahora quiero que te desnudes pues la noche sin es demasiado joven y viene la mejor parte pues me comeré tu culo y tu conchita de nenita engreída, Laura parecía estar a pesar de todo lo que estaba viviendo en el interior de ese camión un poco de pudor pues no era capaz de desnudarte por completo para que aquel hombre no la viera desnuda por entero.

Entre lo incomodo de la pequeña litera en la cabina del camión el hombre la tomo de las caderas y la puso en posición de perrita, con los pantalones y calzones a media rodilla Jacinto se dio un festin al lamer se lado a lado, de arriba hacia abajo y enterrandole como un hambriento zancudo en un humedal, su aguda lengua justo en medio de su mojadito culo rosado y muy pequeño a los ojos del jardinero, ella gemía desenfrenada y sin que le importara a qué alguien más la escuchara y eso fue suficiente para que Jacinto separara su lengua de su ano y se pusiera detrás de ella justo para ser ensartada por su durá y cabezona verga de 19 centímetros, ella pero un pequeño querido que fue como un interruptor para despertar a un toro bravo que se escondía dentro de aquel hombre.

Jacinto ...