1. Con 8 años me enamoré de mi nanni. Parte 2


    Fecha: 12/12/2023, Categorías: Dominación / BDSM Lesbianas Sexo con Maduras Autor: Kakiayourgirl, Fuente: SexoSinTabues30

    ... lumbares y la otra en mi pecho. Empujándome hacia atrás hasta que mi pelo tocó el agua, impidiendo con la otra mano que me alejarse de ella y quedando completamente expuesta. Me mordió la piel del pecho de manera suave y me incorporó de nuevo.
    
    Sin decir nada más, puso champú en su mano y lavó mi pelo. Para luego volver a realizar la maniobra de antes y enjuagarlo mientras besaba y lamía mi tripa, pecho y pezones de una manera extraordinaria para una niña de 8 años.
    
    – Ahora tengo que lavarte el cuerpo.
    
    Puso gel en su mano y lavó mis hombros, mis brazos, mis pies, mis piernas, mi espalda… Todo lo hizo con caricias. Erizamdo cada poro de mi piel. Me miró directamente a los ojos cuando coló ambas manos en mi trasero, separando mis nalgas y acariciando mi ano con los dedos. Gemí involuntariamente.
    
    – ¿Te gusta?
    
    Asentí por vergüenza a hablar.
    
    Movió su mano a mi pecho y sonrió.
    
    – El corazón te va muy deprisa. ¿Quieres que pare?
    
    – No…
    
    Sonrió ampliamente y colocó su mano plana sobre toda la superficie de mi vulva. Aún mirándome a los ojos, separó mis labios y paseó muy despacio un dedo entre ellos. No se dejó ningún hueco sin acariciar. Pasó tímidamente por mi clitoris y yo abrí los ojos todo lo que pude. Jamás había sentido tanto placer de golpe. Mi cuerpo saltó como si tuviera vida propia. Alex volvió a sonreír y llegó con su dedo a mi vagina. La acarició con movimientos circulares, haciendo presión en ella pero sin querer penetrarme.
    
    – ¿Te gusta?
    
    Asentí de nuevo sin hablar.
    
    – Dímelo.
    
    – Sí.
    
    – ¿Sí qué?
    
    – Que sí me gusta.
    
    – ¿Quieres que sigamos jugando?
    
    – Sí.
    
    Me levantó casi sin esfuerzo colocando nuestras piernas de manera intercalada. Ahora mbs teníamos el muslo de la otra rozando nuestra parte más íntima.
    
    – Confía en mí.
    
    Nos puso de rodillas y me hizo apoyarme en su muslo. Enseguida sentí una oleada de placer al sentir mi propio peso aprisionando mi clítoris contra su piel desnuda. Ella gimió y me percaté de que mi muslo golpeaba su zona íntima también.
    
    – Quiero que te muevas. Así. Despacio.
    
    Colocó mis brazos en sus hombros, sus manos en mi cintura. Y comenzó a moverme adelante y atrás. Enseguida sentí placer en esa acción y empecé a moverme por mi misma.
    
    – Mírame.
    
    Lo hice y me besó en los labios.
    
    – Eres preciosa.
    
    Su beso fue lento. Atrapó mi labio superior entre los suyos, luego el inferior. Después lamió ambos labios de lado a lado y se hizo paso en mi boca buscando mi lengua y respirando contra mí. Mi cuerpo se movía por sí solo. Cada vez más deprisa. El agua estaba tan caliente que abrasaba. Pero daba una sensación de placer en mis partes íntimas que no había experimentado nunca. Ella empezó a gemir muy bajito y a moverse bajo mi cuerpo. Eso me excitó, aunque no entendía lo que me pasaba. Y yo también comencé a rozar e contra su muslo con más fuerza y velocidad. El placer era muchísimo y en cierto momento ella empezó a temblar y miró hacia arriba, curando su espalda y ...