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Con 8 años me enamoré de mi nanni. Parte 2
Fecha: 12/12/2023, Categorías: Dominación / BDSM Lesbianas Sexo con Maduras Autor: Kakiayourgirl, Fuente: SexoSinTabues30
Tras dormir esa primera noche con Alex, me despertó más temprano de lo normal. – Buenos días, Sofi. – Hola… Desperezandome en la cama y con la tenue luz de la mañana fue cuando recordé que estaba casi desnuda y me tapé por inercia. – No hagas eso… Me gusta verte… Tras decir eso se acerco a mi cuerpo y empezó a besarme el pecho. Recuerdo que sobretodo besaba mi pezón derecho, que pese a ser infantil, reaccionaba ante ella. – Te gusta lo que sientes, ¿a que si? – Sí… – Si no se lo dices a nadie, lo puedo seguir haciendo. Será nuestro secreto. Y te puedo hacer otras cosas que te relajen y te gusten para dormir bien. Ya no tuviste más pesadillas, ¿verdad? – No. – ¿Quieres que siga haciéndote esto otros días? – Sí… – Tienes que ir a la ducha, hay que ir a la escuela. ¿Quieres que te acompañe y te enseño otro juego de relajación? – No… – ¿Por qué? Porque estarás desnuda ¿no? – Sí… – A ti eso te da mucha vergüenza. Como en los vestuarios de la piscina, ¿verdad? – Sí… Sé acercó a mi oído derecho, copo una pierna entre las mías y colocó su mano entre mis muslos. – Si te gustó lo de anoche fue porque teníamos poca ropa. Como ahora. ¿Te imaginas esto sin ropa? Me separó los muslos y subió su propia pierna para que mi clitoris infantil rozase su muslo. Yo peque un salto fruto de la excitación. – ¿Quieres al menos que lo intentemos? – Vale… – Vamos al baño. Cuando llegamos, se desnudó sin vergüenza y comenzó a llenar la bañera. Se acercó a mí, que solo tenía puestas unas braguitas, se arrodilló y me beso todo el cuerpo de nuevo. Yo perdía el equilibrio de la oleada de sensaciones y apoyaba parte de mi peso en sus hombros. – ¿Me dejas quitartelas? – No sé… – ¿Confías en mí? – Sí. – Voy a quitartelas… Dejé que lo hiciera y nisiquiera me dio tiempo a tratar de ocultar mi cosita con mis manos. Agarró mis caderas y besó mi pubis con mimo, sin llegar aún a mi rajita. Me dio la vuelta despacio y tuve que apoyar ambas manos en la pared para no perder el equilibrio. Besó una de mis nalgas, luego la otra, y separó ambas con los dedos para lamerme el ano. Me asusté y me giré de golpe, escondiéndole mi culo. – Ven – me dijo riéndose y tendiendome su mano. Agarré su mano y puse un primer pie en la bañera. – Está muy caliente. – Lo sé. Es que para jugar, tiene que estar así. No cuestioné nada más y entré. Cuando me iba a sentar, me lo impidió. – Espera. Quiero que te sientes conmigo. Se sentó ella y estiró sus piernas en el centro. Haciendo que yo tuviera que separar las mías para dejarle espacio. Luego agarró mis manos y me hizo caer de rodillas sobre ella tirando de mí. Rodeando sus muslos con los míos. Agarró mis nalgas y de un solo tirón, me pegó a su cuerpo. Mi pubis chocó con su vientre y un calambre me recorrió el cuerpo. Ella sonrió abiertamente y me acarició el pelo. – ¿Estás bien? – Ahá. – Primero vamos a lavarte el pelo… Puso una mano en mis ...