Medico de campo (Parte 2) - Relatos Eróticos

Medico de campo (Parte 2)

... adentro…aghhhh…movela si….penetrame por favor…aghhhh…me corro de nuevo hijo de puta…acabo, que placer me estas dando, que placerrr

-Sentí como te lleno el culo de leche…hufff….te estoy llenando el culo puta de mierda….sentís la leche mi amor? ..aghhh

-……..siiiii….aghhhhh…..que rico.

El medico no salia de su asombro luego de escuchar la confesión de su amante, la levanto de la cama para llevarla a su propio dormitorio, el pobre ingeniero quedo dormido y con el culo parado, pudo notar como le latía el ano con ganas de ser usado.

En la intimidad, abrazados luego de hacer el amor, ella le contó todo sobre el Ingeniero, de como abusando de su posición social y de su dinero prácticamente la compro a sus padres y desde niña abuso de ella, su padre era su socio y el lo había estafado dejándolo en la ruina, siendo ella una niña de 8 años y el un hombre de 38 convenció a sus padres de que lo mejor para mi era quedarme con el, el seria mi tutor y me daría una educación, a mi padre le daría trabajo como encargado de la mina y a mi madre como secretaria, mis padres no tenían salida, era eso o la calle, aceptaron y al poco tiempo fallecieron, mi padre un derrumbe de la mina principal y mi madre al poco tiempo de tristeza. En ese momento yo era una niña de doce años, y el muy sucio ya me usaba para sus juegos de alcoba, me hacia vestir como si fuese un nene y con un arnés y un gran consolador me pedía lo penetre, solo así lograba excitarse y de esa manera luego me penetraba, solo lo hacia por la vagina, decía que el culo era un lugar donde solo podían gozar los hombres como el, le contó que odiaba a ese hombre y hace años planeaba una venganza contra el, ahora había llegado el momento, el Doctor estaba anonadado y sin poder creer este cuento, le dijo que el no haría nada que lo comprometa, ella solo le pidió que verifique su historia, mañana a la mañana podría hacerlo.

Eran las seis de la mañana cuando despertaron, se despidieron con apremio, ya dentro de poco la vida en el rancho comenzaría, ella debía ir a las oficinas en la ciudad, y a eso de las ocho de la mañana llegaron sus pacientes para la consulta, el primero fue el chófer, Agustín, era un roble, a sus 30 años estaba en perfecto estado, solo para completar su revisión lo hizo desnudar, era un hombre completamente sano, con seriedad lo osculto y con voz lúgubre le pregunto si tenia molestias en el ano, el pobre paisano se puso tan rojo que pensó podía darle un patatuz, con la seriedad que le daba su blanca bata de medico le recomendó una pomada des-inflamatoria para un gran irritación anal que el presentaba.

Cuando ingreso su esposa, la Sra Vicenta, primero le hizo alguna preguntas y luego le pidió que se desvista, la mujer con gran vergüenza se desvistió y solo se dejo puesto el sujetador y una pequeña tanga, eran de color negro y presentaba transparencias, lindo juego de interiores para una noche de sexo poro poco apropiados para una visita al medico, la hizo acostarse boca arriba ...