Trabajando para una empresa argentina - Relatos Eróticos

Trabajando para una empresa argentina

... escucharle aquellas palabras tranquilizadoras, mientras no dejaba de sobarme, soltando...

Dice, mientras en ese preciso momento, siento como su mano se desliza por entre mis piernas, alojándose en mis nalgas, cuyos gruesos dedos lo siento sobre mi orificio. Y una vez mas, hablarme de su mujer, soltándome...

Momentos en que, no supe que, pensar, me tenía nervioso, y al mismo tiempo confundido, estaba súper excitado, no solo por sus comentarios sobre su mujer, sino por esos dedos que presionaba mi orificio, delatado por mi propio gemido... uuuffff!!. Volviéndole a escuchar...

Dice, y se reitera, soltando...

Viéndome cortado, en ese momento en que, fui a responderle, pues apareciendo otro de los ejecutivos, acabo por sentarse frente a nosotros, y darle por preguntarnos...

Reiterándose...

Y dejarme aquel otro perplejo, cuando le da por soltarme...

Dice, y le da por reír, como si le diera gracia lo que, me acaba de soltar. Y darle por separar sus piernas, dándole por enseñarme como estaba, pues se le apreciaba un pedazo de portento... uuuffff!!. Momento en que Cosme, me dice algo, y que, tuvo que repetirse porque estaba anonadado con ese otro. Viendo por sorprenderme a mí mismo, cuando me da por levantarme, al escucharle decirme...

Darme por caminar detrás de él, viendo como sabe el camino de los aseos, no dejándome de hablar con un tono embriagador, de una forma zalamera, e incluso halagadora. Mientras me decía...

Decir, e insistir...

Y sentir esa mano, presionar mis nalgas, a modo de hacerme entrar en esos aseos, ocupando cada uno un orinal, y tras escuchar como esté orina, volverse hacia mí, dejándome ver ese pedazo de pollón... uuuffff!!.

Por primera vez dejo de hablar, entreteniéndose en pajearse para mí, viendo como esa mano madura, pero bien cuidada, se deslizaba desde la base hasta su glande, y comenzar de nuevo. Como sonriente le da por magrearse sus genitales, e incluso descapullarse su glande, mostrándome ese capullo con forma de champiñón enrojecido... uuummm!!.

Y sin pedirme hacer nada, veo su otro brazo elevarse hasta que, su mano la posa sobre mi pecho, comenzando a acariciarme sobre la misma camisa, y seguir con una habilidad envidiaba, empezando por desabotonar los botones de mi camisa. Acabando por decirme...

Haciéndole ver que, se me había perdido la erección, no sabiendo los motivos de ello, y de nuevo, le da por pedirme que, aun así, se la enseñe, cosa que, hago, viendo esté el tamaño de mi pene en esos momentos. Y soltar...

Soltar, al tiempo que aparta la mano de su polla, la dirige hacia mi miembro, sintiendo la calidez de esa mano, calor que, en verdad procede de su vergón... uuummm!!. Y proponerle...

Decir, y acabar...

Y sin decir nada más, y menos esperar mi contestación, darle por colocarse en cuclillas delante, comenzando por soltar el botón de mi pantalón, y tirar de estos hacia mis pies, llevándose la sorpresa de mi prenda interior, cuyo tanga le dio también por bajar. Y ...