1. Sumiso toma su propia leche.


    Fecha: 24/08/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Mirella, Fuente: TodoRelatos

    Él la esperaba ansioso. Hacía días que anhelaba este encuentro. Se sentía nervioso y le sudaban las manos.
    
    El timbre sonó y se sobresalto. Llego a la puerta, revisando previamente su aspecto, la abrió, y ahí estaba ella, envuelta en un traje de cuero negro reluciente que marcaba toda su impresionante figura. Pechos redondos y perfectos, caderas de ensueño y unas piernas maravillosas que terminaban en unas botas negras de tacón de aguja. Venia acompañada de un gran bolso con su arsenal de juguetes.
    
    Ella le sonrió con una mirada perversa, le escupió en la cara y le dijo: "déjame pasar puto de mierda".
    
    Él, un hombre de porte formal, alto y atlético, de facciones inglesas y grandes y musculosos brazos, se hizo a un lado y la dejo pasar.
    
    "Adelante señora". Ella se paró en seco y saco de adentro de su bota una fusta con la que la golpeó, provocando un sonido que lo hizo encoger de hombros. "Jamás hables sin mí permiso, entendiste insuficiente estúpido?
    
    Él se quedó en su lugar asintiendo.
    
    Ella siguió adelante por la casa, mientras èl cerraba la puesta y la seguía.
    
    "¿A vos te parece recibirme así, perro inmundo?!" Dijo ella mientras señalaba con la fusta hacia el piso y volvía a decir: "échate y lameme las botas, mostrame que sos un perro obediente, inmundo!"
    
    Él se limitó a obedecer. La escena despertaba en el mucho morbo, lo que provocaba que su verga empezara a endurecerse.
    
    "Párate! Que quiero mirar con lo que me voy a divertir" dijo ella con gusto.
    
    Él se paró y ella recorrió con la fusta todo su pecho, frenando en un golpe seco sobre sus pezones y continuando hacia abajo. Entonces noto como su verga empezaba a ponerse erecta. Acercó su mano y empezó a jugar con el paquete que prometía un gran tamaño. Ella lo miro, deseándolo, se arrodilló y desabrocho su pantalón, la saco fuera e hizo un ademán con la lengua de querer empezar a lamerlo.
    
    Él miraba desesperado de deseo, y ella al notarlo, tomo la fusta y golpeó su miembro mientras se ponía en pie. "Perro inmundo, te vas a quedar con las ganas!"
    
    De su traje, bajo un cierre en la entrepierna y dejo al descubierto su vagina depilada.
    
    "Te vas a comer toda mí vagina perro inmundo?" Él asintió decidido y con deseo.
    
    Se acercó a él y de un fustazo lo hizo ponerse en cuatro patas y le dijo: "quiero ver tu culo pedazo de cerdo". Él bajo su pantalón, sintiendo como la pija le expotaba y moría de deseo por chupar la vagina.
    
    Puesto en cuatro, con su ano al descubierto, se dispuso a lo que ella quisiera hacer con él. En tanto ella metió sus dedos en su boca, casi llegando a su garganta, haciéndolo ahogar y mojando bien la mano. Después se acercó a su culo abierto de nalgas y empezó a estimular su ano. Y sin mucho preámbulo, comenzó a penetrarlo con su dedo. Mientras se abría paso por su ano cerrado, veía como se retorcía y gemía, apretando los ojos y los dientes. "Te gusta perro asqueroso?"
    
    Metió dos dedos y siguió entrando y saliendo.
    
    Cuando pudo introducir ...
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