Nancy 3 - Relatos Eróticos

Nancy 3

No era ningún sórdido rumor el romance que tienen los franceses con el buen vino, es algo que ilumina la mejor parte de su personalidad, que los vuelve más abiertos a otras personas... ambas yo y Eliette teníamos fuegos artificiales en la mirada, la risa floja, el vestido desacomodado, el cabello despeinado... lo peor de todo es que no sentimos ni la mas minima inhibicion o culpa.

-Eliette, qu'avons-nous fait ! (Eliette qué hemos hecho)

- Je ne sais pas, mais c'était amusant (No lo sé pero fue divertido)

-Nous devons retourner à la fête (Debemos volver a la fiesta)

-Oui je crois que oui (Si, eso creo)

-Viens, allons aux toilettes, on devrait se préparer un peu (ven al baño deberiamos arreglarnos un poco)

Eliette estaba muy ebria, apenas podía caminar, luego de ir a arreglarnos al baño la tuve que sostener sobre mi hombro y pasar por en medio de todas las presuntuosas amistades de Nancy que no desviaban la mirada hacia ningún otro sitio,Grâce à Dieu en ese momento Nancy no se encontraba en el salon principal, entonces me apresuré para desaparecer de la escena con miamie hasta llegar al frente de la casa, y aunque fue muy divertido y placentero lo que sucedió, yo ya lo estaba dando por terminado, ni Eliette era el amor de mi vida, pero tampoco podía definir lo que estaba pasando con Nancy. Pero si algo tenía muy en claro es que no me iba a convertir en el capricho exótico-experimental de estas magnates.

- Hé, je vais te demander un Uber tu ne peux pas conduire comme ça (oye, te pediré un uber, No puedes conducir estando así)

- Ne vous inquiétez pas pour moi, appelez simplement mon chauffeur (No te preocupes por mi, solo llama a mi chófer)

me dijo entregandome su teléfono

-comment s'appelle (Dime su nombre)

-il s'appelle Alphonse (Se llama Alphonse)

Busque su nombre en la lista de contactos, por suerte su nombre aparecía entre los primeros y me comuniqué con el, Eliette contaba con el privilegio de tenerme a su lado esa noche, de no ser así, solo Dios sabe como hubiera vuelto a su hotel... ella se subio a su coche, se despidió besándome, sin miedo a lo que pudieran pensar los guardias de la mansion, bastante decidida era esta mujer, pero a mi ya se me estaba pasando el éxtasis del momento pensando en el vendaval de consecuencias que tendría que atravesar...

volví a la fiesta y mi esposo estaba charlando muy animadamente, pues era la gente de su círculo, sonreía mientras sorbia champagne tras champagne, de repente el me mira y me hace un gesto para que venga, pero como mi inglés era abominable solo me limitaba a dar respuestas cortas y algunas veces él contestaba por mi. en un momento estas personas fueron rotando entre los invitados hasta perderse, hasta quedar solos él y yo hablando

- oye ¡Te has perdido con Éliette! ¡nadie te encontraba mujer! ¿donde estabas?

- Perdóname cariño es que mantuvimos una conversación bastante larga y entretenida

- Lo pude ver bastante bien, si se venía riendo y a los ...