1. Los azotes de mi padre


    Fecha: 18/08/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... la casa. Noté que se puso tras de mí a cierta distancia y, de repente, zassssssss un fustazo en mi trasero que me hizo retorcerme de dolor a la vez que emergía un alargado grito tapado por la bola que tenía en mi boca; he de reconocer que me asusté e intenté mirar a mi papa entre la oscuridad de mi pañuelo, pero antes de que pudiese emitir cualquier gesto, zasssssssss un segundo golpe en mis nalgas, eran azotes duros, sin compasión, me retorcía implorando perdón, haciéndome daño en las muñecas con las cuerdas y además sin poder articular nada que entendiese mi padre, que por otra parte siguió azotando, cada vez más fuerte si cabe. A los diez minutos, que fueron infernales, sin parar de darme fustazos, mi culo estaba ardiendo. Pensé que estaba sangrando, mis lágrimas saladas entraban por la bola de mi boca y tragaba mi propio lamento. Entonces mi papa hizo un parón...pensé que ya no iba a seguir. Me habló, su voz era para mí como una salvación. Me decía que era muy mala y que ese castigo me lo tenía merecido. Se acercó a mí y me quitó la venda de mis ojos, vio como tenía toda la cara llena de lágrimas y le miré asustada. Por momentos pensé que iba a parar de castigarme. Después me quitó la bola y entonces implore por mi suerte, diciendo a mi padre que ya no me portaría mal, reconociendo que lo había hecho. Mi padre lejos de conmoverse siguió hablándome. Ves como tengo la polla nena?. Eso es porque me gusta azotar a las niñas malas como tú. A tú madre le encantaba que lo hiciese y, creo que a ti también te gusta...verdad zorra?
    
    Comencé a implorar por mi suerte aún más si cabe. Mi padre me dio la vuelta diciendo que ya aprendería y cogió un látigo de puntas de cuero que me pasó por delante de mi cara y me tocó con él por mi coño. Tenía la polla erecta estaba excitado al máximo. Harás lo que te diga, serás mi esclava a partir de hoy y tu cuerpo y tu mente serán de mi propiedad. Dicho eso mi padre me azotó con el látigo en mis enormes pechos, que por cierto le volvían loco. Me estremecí de dolor, volvió a azotarlos con más fuerza y otra, otra y otra vez sin descanso hasta que mis gritos se fueron ahogando entre llantos de dolor y sollozos pidiendo compasión. Pero él no estaba dispuesto a concederme ningún descanso a mi piel. Así me tubo otros diez minutos al menos. Os aseguro que parecen horas. Hasta que al final dejé de retorcerme y de llorar. Mi padre se acercó a mí y comenzó a meterme mano en mi coño. Lo ves, ves como eres una puta, estás mojada entera puta zorra!!! con todo lo que has llorado y resulta que te gusta que te den fuerte verdad?
    
    Casi por inercia contesté que si, dije que si una y otra vez mientras mi papa metía sus dedos en mi vagina por primera vez. Me estremecí de placer, aquello era sin dudar más placentero que la paliza que me había estado dando. Así que decidí no poner resistencia. Mi padre soltó el nudo de la viga y como si fuese un perro me llevó con la cuerda obligándome a estar a cuatro patas. Se sentó en la cama y me ...