Yo, Mario y Josefa. - Relatos Eróticos

Yo, Mario y Josefa.

... un mensaje por WhatsApp dejándome helado y luego dándome paso a la alegría, mi amigo volvería, me permití pensar.

El día que volvió fui junto a su familia a recibirlo al aeropuerto, siempre nos llevamos muy bien y no me sorprendió cuando la mamá de Mario me llamo para ir con ellos.

Esa mañana iba con cierta emoción, al aeropuerto, me sentía como niño en navidad después de tantos años estábamos esperando y nos sorprendió, a su familia y a mí, mucho cuando lo vimos acompañado de una chica, como era de esperar Mario corrió y abrazo a cada uno de ellos.

Incluso a mí y luego paso a presentar a su novia, Josefa, ella era más alta que Mario, pero más baja que mí, midiendo 1.76 m, de piel blanca y de cabello largo y castaño, con mejillas rosas y una sonrisa encantadora, como yo diría una belleza extranjera, aunque debo mencionar que tiene muy poco pecho y un culo plano, no me juzguen.

Mario se tomó el tiempo de presentárnoslas, Josefa estaba en su clase, en realidad fueron amigos al principio, se conocieron durante su primer semestre, ahí empezaron una amistad ayudándose mutuamente, para luego convertirse en un noviazgo.

Admitiré que por alguna razón mientras escuchaba la historia de Mario y Josefa, me sentí molesto.

Después de eso fuimos todos juntos a comer, mientras Mario y Josefa nos contaban más de su relación y sus planes, yo en respuesta escuchaba con una sonrisa en silencio, no quería opinar y decir algo fuera de lugar y hacer que todos se pusieran incomodos, así que solo sonreí mientras ellos hablaban, sentándome en mi lugar, mientras ellos dos ya tenían una vida planeado y un trabajo de 6 cidras esperándolos yo… pues… tenía que volver al taller.

-¿Daniel te gustaría ir a tomar algo con nosotros?-, Me dijo Mario de repente sacándome de mi actuación.

-Eh… creí que ibas a pasar tiempo con tu familia-, Le respondí tontamente, sorprendido por la invitación.

-Por favor Daniel, salgan a divertirse, después de todo solo tú eres el único con el que habla-, Me dijo su mamá con una sonrisa, entonces después de cenar y dejar a la familia de Mario en su casa, salimos al bar más cercano.

Josefa quien según yo sería bueno… mamona, resulto ser bien chida, reía, hacía bromas y solo quería divertirse, bebíamos y comimos a mas no poder, hasta que llego la 1 de la mañana.

Cuando Mario y Josefa se dieron cuenta de la hora que era, me preguntaron si podíamos seguir la fiesta en mi casa, me sentí un poco avergonzado ante ellos, como ya había mencionado antes mi apartamento era pequeño, no tenía muchos muebles aparte del sofá usado que le compré un amigo, y una cama vieja con un colchón personal, creo que me sentía avergonzado de que ellos fueran alguien en la vida, mientras que yo… bueno me había rendido sin intentarlo.

Entonces Mario se me acerco y me dijo; -¿Vamos Dani vamos por ti?-, Dijo dándome una mirada y luego a Josefa.

Al final terminé aceptando y después de comprar unas cosas, fuimos en taxi hasta mi pequeño ...