El presumir perjudicó al conquistador y a la conquistada (II
Fecha: 25/03/2019,
Categorías:
Infidelidad
Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos
... que andaría por la treintena.
- “Buenas noches señora, gracias por la invitación.”
- “Puede que sea más grande que vos, pero poco. Te molestaría que nos tuteáramos?”
- “Para nada.”
- “Qué deseás servirte.”
- “Una gaseosa cola con un chorrito de algún bitter.”
- “Seguramente te estarás preguntando el por qué de esta invitación. Lo que te voy a decir, te ruego no lo tomes a mal, pues lejos de mí querer incomodarte. Quería conocer al bicho raro que consiguió ser recomendado por Pedro. Como sé que él no me lo va a decir, ni intenté preguntarle. Por favor, resolvé la incógnita que hace un mes taladra mi cabeza.”
- “Fue relativamente sencillo. Un día le pregunté si sabía de algún cliente que fuera conocido mío para pedirle la recomendación. Me requirió un poco de tiempo, pero a los pocos minutos volvió diciéndome que había sido aceptado.”
- “Ahora entiendo, vos sos el dueño del negocio donde él trabaja de día. Es decir otro bicho raro.”
Sus palabras me causaron gracia, por lo cual mi sonrisa fue amplia.
- “Por qué te sonreís?”
- “Llevamos pocos minutos de conocernos y ya me has catalogado y etiquetado.”
- “Es verdad acerca de los minutos, pero llevo varias noches observándote. Y sí, estoy convencida que sos un bicho raro.”
- “Por favor, contame el por qué llegaste a esa conclusión.”
- “Antes una pregunta, la vestimenta y arreglo de la mujer que te acompaña, es cosa tuya o de ella?
- “Mía.”
- “Tendrías que tener un doctorado en marketing. Fijate alrededor, hay entre diez y doce parejas. Sería raro encontrar un hombre que, por vestimenta, adornos, color de pelo y gestualidad no esté tratando de mostrar riqueza, poder y sensualidad. Veamos ahora las mujeres. Se han arreglado para la ocasión, pues ropa, maquillaje, adornos, peinado, y seguramente lencería, son para atraer. Ahora, tanto machos como hembras, quieren resultar atractivos no solo a quien los acompaña sino a todos los presentes, sean o no conocidos, ya que constituyen eventuales futuras parejas. Y en medio de este ambiente, donde reina la trampa, la superficialidad y la ostentación aparecen ustedes. Al lado de ellos vos parecés un mendigo, y al lado de ellas tu acompañante semeja una adolescente temerosa ante la próxima desfloración. Va a tener abundante clientela, por lo menos al comienzo.”
- “Eso espero.”
- “El hecho de compartir la confianza de alguien como Pedro creo que es suficiente carta de presentación para ambos. Por eso me animo a preguntarte algo personal. Después de verte y charlar con vos me atrevo a afirmar que ser proxeneta no te va. Cómo llegaste a esto?”
- “Va esa parte de mi historia.”
Y se la conté. Después de un rato más de agradable conversación nos despedimos, intercambiando teléfonos.
Tiempo después. Domingo, nueve y media de la mañana, y Sara no ha regresado. Desde que inicié mi actividad de proxenetismo es la primera vez que sucede. Anoche salió con un cliente que repitió con cierta frecuencia. Naturalmente ...