El semen que me escurre es de tu hermano - Relatos Eróticos

El semen que me escurre es de tu hermano

... estaba despechada y con sed de venganza y claro una mujer dolida es lo peor que le puede pasar a un hombre, ya que en esos términos es capaz de todo, como mujeres somos capaces de follar y ser las perritas de su peor enemigo con el fin de que sientan el dolor que nos hacen sentir; y bueno yo solo quería que él hermano de mi novio fuera el que me embistiera esa noche y mejor aún en la cama de mi novio; Juan condujo con dirección a su casa y su semblante cambió ,ahora se le miraba hambriento, perverso cosa que me excito mucho:

JU: ¿En verdad quieres que te coja en la cama de mi hermano?…

YO: Si, eso es lo que dije ,quiero ser una puta en la cama de tu hermano, es más ¡quiero ser tu puta en la cama de tu hermano! jeje…

Juan aumentó la velocidad y llegamos en 10 minutos a su casa donde evidentemente no había nadie, pues al parecer sus papás habían salido por lo que él calor de mi vagina aumentó, baje del carro y Juan me emparejó de inmediato llego a mi y me tomó de las nalgas girandome hacia él, para comenzar a besarme de una manera tan caliente que que comencé a sentir como su polla crecía cerca de mi pancita -¡¡ufff una delicia!!- inmediatamente lo rodeé con mis brazos por su cuello, para que no se despegará de mi, luchamos lengua a lengua sin para, así como atrapaba su lengua chupandosela como si fuera su rico trozo, Juan no paraba de acariciarme las nalgas y apretarlas, sin perder más tiempo mi nuevo macho dejó de besarme y saco sus llaves:

JU: ¡¡Vamos putita!! que muero por verte comer mi verga…

Yo solo sonrei picaramente y me mordí los labios ,entramos rápidamente y al momento de que el cerro la puerta Juan me tomó del cuello para inmediatamente colocarme de espaldas contra la pared, él tipo sabía lo que hacía no de enbalde era mayor que yo, Juan comenzó a jugar con mi cuello pasando su lengua de arriba a bajo erizandome la piel por completo, podía sentir como mis bragas se mojaba más y más, con una de mis manos busqué su hombría para iniciar acariciarla, aún no conocía a mi nuevo inquilino pero ya sabía que tendría un buen pedazo de carne para mi, Juan continuó deslizando su lengua hasta que llegó a mis senos donde rápidamente desabrochó mi camisa dándole más espacio a que se comiera de lo más rico, de inmediato inicie a gemir deseosamente y hambrienta, yo también hice lo propio, pues al tener su trozo en mi mano la comencé a estrujar sintiendo completamente su dureza como el calor que cada vez emergia más y más, Juan me levanto y me tomo de las nalgas para comenzara a caminara ,me sujete bien de él pues estaba apunto de llevarme a al primer piso de la casa, subimos las escaleras y en ningún momento me dejó de comer los senos, de hecho hábilmente ya me había desabrochado el sostén por lo que ya tenía amplitud para seguir comiendo, lamiendome los pezones una y otra vez, estos reaccionaba a su exquisita lengua de macho logrando endurecerlos, durante ese tiempo solo me dedique a disfrutar las sensaciones que vivía, hasta que ...