1. Jardinera


    Fecha: 31/07/2023, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... al crio y tuve que morderme los labios para no gritar.
    
    Estiró un brazo y mientras me penetraba con la lengua. Me agarró un pecho retorciendo el pezón. Me daba la impresión de tenerla en todas partes, la sentía en toda mi piel. Su lengua, sus manos su cuerpo sobre el mío según iba subiendo por mi vientre. Hasta besarme con el sabor de mis jugos en su lengua.
    
    Conocía mi propio sabor, en innumerables, solitarias masturbaciones me había llevado los dedos a la boca para sentirme, para evitarme excitarme. Pero de alguna forma mezclados con su saliva me parecía que yo era aún mas sabrosa.
    
    Por fin escaló tanto que dejó sus muslos a los lados de mi cabeza y con la misma falta de escrúpulos que ella lamí por completo su coño, su endurecido clítoris. Lo mas profundo de la vagina, el ano el perineo pasando por ellos una y otra vez.
    
    Gemía bajito, intentando no hacer demasiado ruido. Muy controlada pero esos suspiros me hacían saber que le gustaba como le estaba comiendo el coño. Bueno, el xoxito y todo lo demás. Después de tanto tiempo deseándola. Se corría en mi boca. El cuello estirado, los ojos en blanco, la cabeza hacia el techo.
    
    Miró hacia abajo. clavando sus preciosos ojos azules en los míos. Una sonrisa traviesa adornaba sus labios gruesos y sensuales.
    
    - ¿Te apetece jugar un poco más?
    
    - Contigo. siempre.
    
    Se levantó de mi cara y se estiró buscando algo en el cajón de su mesilla. Aún así podía besar la cara interna de su muslo. Cuando al fin vi lo que sostenía en la mano me llevé una peralta sorpresa.
    
    - No te hacía yo que fueras de las que juega con esos accesorios.
    
    - ¿Y por qué no? Hay que disfrutar.
    
    El arnés que me enseñaba era muy realista, en silicona, tenía hasta las venas marcadas. La braguita que lo sostenía hecha con un cuero muy fino parecía bastante cómoda. Tenía pinta de haber costado bastante dinero, era de calidad. Claro que ella no parecía pasar estrecheces. Era el primero que tenía delante.
    
    - ¿Quieres follarme? o ¿Te lo hago yo a tí?
    
    - Las dos, sino te importa. A no ser que no te guste.
    
    - Me parece que quiero probarlo. Póntelo.
    
    Ya solo ver subir esa polla encajada en el tanga por sus largos y torneados muslos era un bonito espectáculo. El bello animal que tenía delante andrógino, con la melena despeinada, salvaje y felina. La polla por delante de su pubis me excitaba como pocas veces lo había estado.
    
    Separé las piernas lo más que pude. Estaba más que mojada. Pero quería notar sus tetas dos tallas más grandes que las mías frotándose con mi torso mientras me penetraba. Y sus besos y lengua lasciva besando mi boca y buscando mi saliva.
    
    - Quiero que tu también disfrutes.
    
    - No te preocupes esto lleva un masajeador de clítoris por dentro, ya lo verás.
    
    Sin preocuparme más dejé que arrimara aquel falso glande a mis labios. De un solo empujón entró hasta que nuestras caderas hicieron contacto. Nuestras tetas se frotaban y su saliva caía hacia mi boca. Cruzábamos las lenguas sientas una de la ...