1. El paso del tiempo


    Fecha: 25/03/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: petita, Fuente: TodoRelatos

    Ya hace más de tres años que me entregué, y saber que existo para Amo me excita. ¿Es normal?
    
    Creo que no ha ido como la imaginé, pero da igual. Mirado con obtimismo: tengo cierta libertad. Hoy pasaré el día con una amiga e intentaré no pensar en él.
    
    En el bar se respira el olor a patatas fritas y paz. Mi amiga llega y lo primero que hace es reírse de mi apariencia.
    
    —Desde que vas con el tío de la gran polla. —Me sorprendo—, Vistes como una pija. ¿Creíste que no tendría sexo cuando me dejaste sola con él? —Afirmo con la vaneza—. ¿Durante este tiempo no te ha dicho nada?
    
    —Es su vida, no pregunto cotilleos. Se podría etiquetar como una relación abierta.
    
    —Pues te felicito, has elegido a uno que la sabe utilizar muy bien. El sexo anal fue fantástico.
    
    He empezado a ponerme roja. Mi amiga está hablando de Amo y me voy mojando.
    
    —¿Regresamos a los temas normales: Barbies, princesas Disney, estilo de uñas…? —Empieza a reír.
    
    —Pues quería hablar de lo que disfruté.
    
    Cojo el teléfono del bolso y le envío el contacto de Amo a la amiga. Al mismo tiempo le envío un mensaje a Amo: «Me acabo de enterar que practicó sexo con mi amiga. A ella le he pasado su número de teléfono». Sigo comiendo con la amiga, y ella solo mira el teléfono.
    
    No espero contestación. La amiga no para de contestar mensajes.
    
    —¡Suerte que solo falta el café! —digo mientras unas manos masculinas me tapan los ojos.
    
    Es Amo, mis piernas se empiezan a mojar, me gusta y me excita.
    
    —¡Hola! —comento con la voz temblorosa.
    
    Él me introduce la lengua hasta la campanilla. Una vez se separa, coloca una silla al lado de la mía y me pone la mano en el muslo.
    
    —Hace más de un año que no te veía, estás preciosa —dice dirigiéndose a la amiga—. ¿Esta tarde has quedado con Marta?
    
    —Sí —contesto con velocidad.
    
    No quiero que me deje elegir. No quiero saber que hará con mi amiga. El camarero trae los cafés, y él, Amo, sube los dedos por mi pierna y empieza a masturbarme. El orgasmo me llega con rapidez. Parece como si me los controlarse. Creo que lo he disimulado mal. Salimos del local, Amo se acerca a mi oreja y me susurra.
    
    —Obedece, acata y cumple, perra.
    
    Le sonrío, sabe que es una situación que odio. Me despido de los dos y me dirijo al coche. Conduzco hasta casa de fresa. Me espera en el portal y sube al coche. Paro en el semáforo.
    
    —Separa las piernas, puta.
    
    Ese mote no me gusta, Amo lo sabe. Me sube la falda, me introduce dos dedos en la vagina.
    
    —Lograré que te corras al oír mi nombre. Hoy estás seca.
    
    Sonrío disimuladamente, me introduce algo ¿Un vibrador? Da igual, ella buscará mi orgasmo.
    
    ##€
    
    Llegamos al aparcamiento del club. Lo que me ha puesto empieza a vibrar. Salgo del coche y me dirijo al maletero, en el hay una bolsa de gimnasia. La abro, saco los zapatos negros de tacón y me los cambio. Agarro el collar, cierro el maletero y me dirijo a la puerta de fresa que ya está abierta.
    
    Me coloco entre sus piernas y le empiezo a lamer el ...
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