1. Una decisión importante. (2/2)


    Fecha: 15/08/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Fernando, Fuente: TodoRelatos

    ... que muerte más dulce por Dios. —Terminó de decir riéndose.
    
    Creo que por hoy había terminado su sesión de iniciación al sexo anal. Había tomado una decisión difícil, y esa no era otra que permitirme verla desnuda de cintura para abajo y que manipulase su anito a mi antojo y bueno, en parte su coñito también. Con delicadeza le saqué el dilatador anal y se lo enseñé:
    
    —Mira lo que tu culito se ha comido sin problema.
    
    —¡¡ EN SERIO, TODO ESO!! —Exclamó Vanesa.
    
    —Y creo que si te llego a meter el más gordo, a lo mejor te hubieses quejado pero lo habrías aceptado.
    
    —Eso significa… —Dijo con un gesto de interrogación Vanesa, pero sin terminar la frase.
    
    —Pues eso significa, que de estar aquí el gilipollas de tu novio te habría follado el culo sin problema.
    
    No pude dejar de fijarme en como ensombreció el gesto Vanesa según nombré a ese estúpido. Lo mismo que pude apreciar como miró hacia mi entrepierna, muy abultada debido a lo vivido con Vane hacía unos minutos y abría mucho sus ojos impresionada, creo, por lo que intuía. Fue a levantarse pero eso supuso un esfuerzo debido a la flojera que tenía por el placer recibido.
    
    —Ufff, estoy agotada, satisfecha y feliz, pero me cuesta horrores moverme.
    
    —Mira, todavía es relativamente pronto, y si no tienes nada que hacer, duérmete y dentro de un rato te despierto y te llevo a tu casa, ¿te parece bien?
    
    Vanesa me miró agradecida, mientras, con algo de esfuerzo, se levantaba y se ponía sus braguitas para volverse a echar en la cama:
    
    —Te quiero Marco, no te haces una idea de lo que te quiero. Me dijo Vanesa.
    
    —Yo también te quiero "gatita". —Dije con cariño.
    
    —Miauuu… —Ronroneó Vanesa.
    
    Le tapé con una mantita ligera y Sali de mi habitación cerrando la puerta para irme al servicio y hacerme una de las mejores pajas y más corta que recuerdo. Fue bajarme los pantalones, agarrarme la polla, dos meneos y estaba soltando leche como un surtidor con las imágenes de Vanesa grabadas en mi cerebro. Hubiese sido mejor que fuese ella quien me la hiciese, o mejor aún, haberla follado hasta llenar su coñito y sus intestinos de leche, pero tendría que ser ella quien diese el paso, como comenté, aunque Tamara me dijo que Vanesa follaría conmigo cuando yo quisiera, no las tenía todas conmigo. Me daba miedo la diferencia de edad y un posible rechazo por su parte.
    
    Durante toda la semana, Vanesa estuvo viniendo a mi casa y pidiéndome que participase con ella. Siempre, era el mismo modus operandi, ella se metía al baño de mi cuarto, yo me duchaba, y ella me llamaba desnuda de cintura para abajo, para que adiestrase su anito con mi boca, mi lengua y los juguetitos que tenía para su placer. Fueron muchísimos orgasmos por parte de ella y muchas las pajas en su honor, pero nunca, nunca, estuve desnudo en su presencia, aunque mis erecciones no pasaban desapercibidas para Vanesa que ya no ocultaba su deseo.
    
    Pero el jueves, algo cambiaría de manera radical. Vanesa como siempre se metió en mi habitación a ...
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