1. La estudiante de Howarts. Parte Segunda.


    Fecha: 14/08/2019, Categorías: Zoofilia Autor: sinuhegipcian, Fuente: TodoRelatos

    ... pechos de Romina, los dos. Cabían perfectamente en la gran bocaza del salvaje que entre chupar y lamer jugaba con esos bellos senos.
    
    El pánico paso al placer. Aquellos toscos lenguetazos mecían de un lado al otro, aquellos melones perfectos, cubriéndose de tibia saliva. En cuanto pudo, la chica sujeto las mejillas del gigante, para reforzar su lazo y poder controlar un poco mejor la situación.
    
    Y funcionó. Los caóticos y desesperados movimientos cobraron sentido y matices, en lugares específicos y sin lastimar tanto la sensible piel de Romina. A momentos parecía que la chica llevaba las riendas de un gran percheron, enfocando el placer de ambos.
    
    A momentos, se prendía de una teta como un bebé y succionaba fuerte y de pronto era una suave caricia, jugando apenas con la punta de la lengua sobre el pezón. En otro momento, atrapaba los pechos con los labios y con la lengua recorría de uno a otro.
    
    Ella controlaba la lengua del gigante, y él no lo notaba, por qué también lo disfrutaba. Así siguieron las caricias linguales a la tetas de Romina, cuando en un descuido, él tomó el control completo, la mente de ella estaba nublada por el éxtasis , así que por iniciativa propia y ya aprendido el camino, llevo las caricias hasta que le arrancó un gran orgasmo, la chica apretó las mejillas del gigante y dejó escapar un gemido profundo, con un chorro de líquido claro que escapó de su cuerpo.
    
    No sabemos si Grawp era consciente del efecto de sus caricias, pero por un momento, se detuvo y la depositó sobre la piel, frente a él.
    
    Romina no se pudo sostener en piel, sus rodillas temblaban nuevamente, ahora por la excitación y el agotamiento del reciente clímax. Cayó agotada de rodillas.
    
    Otra vez el gigante se conformó a observarla, la erección seguía presente.
    
    Cómo una imagen surrealista, se quedaron congelados algunos instantes.
    
    Romina analizaba sus propios pensamientos y deseos, en algunos segundos, solo era su mente la que escuchaba.
    
    En algún momento un pensamiento del gigante la invadió, quería levantarse para penetrarla.
    
    Pero ella se apresuró a detenerlo, era más que obvio de pie sería muy complicado una penetración.
    
    Romina lo detuvo, más bien se opuso, tratando de detenelo con ambas manos.
    
    Grawp sonrió ante el ridículo intento de controlarlo. Y se recostó aún más sobre la alfombra de piel, recargando ahora la espalda alta sobre la piedra que había servido de respaldo. De está manera su verga quedó elevada como un asta, un poco inclinada señalando a la misma barriga.
    
    En cuanto a las proporciones de gigante su miembro era pequeño, pero lusia grueso, tan largo o más que el antebrazo de Romina, apretado y venoso, la cabeza era angosta comparada con el tronco, haciendo la ver aún más gruesa .
    
    Romina no pudo soportar más esa vista y con rápidos movimientos y de un salto se paró sobre una de las piernas de Grawp, dando un par de pasos y se colocó sobre el pubis del gigante.
    
    Sabía que no había otra manera. Sus pies. Se ...
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