1. La estudiante de Howarts. Parte Segunda.


    Fecha: 14/08/2019, Categorías: Zoofilia Autor: sinuhegipcian, Fuente: TodoRelatos

    ... hundieron en el vello rojizo, por un momento creyó pisar una extraña alfombra. Flexionó las piernas lo necesario hasta que con su mano alcanzó el tronco viviente y guío la cabeza hacia su vulva, que estaba lista para la penetración, la pregunta era, si sería capaz de dar asilo a algo de esas dimensiones.
    
    Cómo acto reflejo, el gigante elevo la cadera, pero Romina lo sintió y de un salto esquivo la estocada. Enojada volteo a ver la cara de bobo de Grawp exclamando un enérgico "hey!!!" . Y con claras palabras le dijo- si lo vuelves a hacer , esto se termina aquí ahora, tu lo necesitas más que yo!!!-, aunque en sus adentro acepto que mentía, en ese momento ELLA lo necesitaba dentro!
    
    Poco a poco bajo la cadera hasta que sintió la babosa punta en su entrada, por un momento lo dudo. Pero su propio instinto la guío hacia abajo y sentir como aquella rara estaca se abría camino.
    
    La cabeza entró relativamente fácil, aunque sí se podía sentir la estrechez del conducto, pero para ése momento, los dos están muy lubricados.
    
    El pensamiento de la penetración tan anhelada,y el saber que que era una gran miembro comenzaba a entrar, detonó un orgasmo precoz en ella, sus dientes se apretaron , dejando escapar una gemido ahogado, los dedos se marcaron en su piel apiñonada de los muslos, que se habían paralizado ante el escalofrío que recorrió toda su columna. Sus ojos se tornaron.
    
    Cada milímetro de su piel sensible se estremecía ante aquel gran intruso, pero aún faltaba lo más difícil.
    
    Varios segundos duró ese orgasmo que estremeció cada fibra de Romina , que se había mantenido estática.
    
    Cuando se recuperó , unos instantes después, se dió a la titánica tarea de seguir bajando y seguir recibiendo aquel intruzo.
    
    La cabeza se había deslizado, apretada pero sin obstáculos, pero después del glande, se había angosto, algunos centímetros pero luego empezaba a ensancharse.
    
    Podían sentir como el cuerpo de Romina se expandía lentamente, al tiempo que que entraba más y más.
    
    El pensamiento, el deseo de Romina podían enfrentar los impetus sexuales del gigante, que de otra manera, la hubiera tomado cómo una muñeca y la hubiera penetrado salvajemente hasta satisfacerse. Ella lo sabía, y sabía que en ese punto no había marcha atrás.
    
    A pesar de ese horror, ella estaba consentrada en su propio placer y en el de él.
    
    No se puede saber cuánto tiempo pasó haya que la chica se sintió llena. Un morbo recorrió su mente al imaginar que pudiera haber aceptado toda la longitud de aquella verga.
    
    Solo tuvo que mira hacia abajo y darse cuenta que sus piernas no estaban completamente flexionadas, pero aún así el esfuerzo era tremendo.
    
    Lentamente comenzó a subir, sintiendo el suave deslizar de los pliegues y venas de aquel tronco , que sus sensibles paredes sentían.
    
    Sintió el borde del glande asomarse y nuevamente bajo.
    
    Así comenzó un suave " sube y baja".
    
    Arriba , abajo.
    
    Si vagina se había adaptado al esfuerzo, y se deslizaba bien.
    
    Pero ya sus ...