Una más en el cuerpo
Fecha: 14/08/2019,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... haber ganado a Martín, batiendo su propia marca. El primero en abrazarme es precisamente él.
- ¡Felicidades, preciosa! - me dice y puedo notar su formido cuerpo pegado al mío y al estar los dos con tan poca ropa, puedo notar como se me empitonan los pezones y mi coño empieza a rezumar sus juguitos, eso sumado al bulto que se une a mi pubis, acaba haciéndome temblar de gusto.
- ¡Gracias Martín!
Uno a uno, me van abrazando, ellos en esta ocasión vestidos, claro, pero aprovechando el momento de sentir el cuerpo de su compañera medio desnuda y yo disfrutando de esos bomberos duros, tan musculosos, que cada abrazo me pone más y más cachonda. Él último por darme la enhorabuena es Manu, que me mira fijamente acercándose con intención de abrazar mi cuerpo con ese bikini empapado, tanto como mi coño:
- Felicidades Tania, sabía que lo harías. - me dice, pero yo le empujo rechazando su abrazo y se queda bastante sorprendido.
- Lo dudo, Manu. Creo que no confiabas en mí. - respondo arrebatándole su chulería y ese aguante que intenta imponer ante mí.
- Bueno, es verdad que no pensé que fueras a conseguir batir a Martín, pero ahora tengo que rendirme a tus pies. - dice algo contrariado al ver mi cambio de actitud.
Me encanta haber podido darle la vuelta a la tortilla y este nuevo éxito de la piscina, me va a permitir cambiar de estrategia y no querer por todos los medios echarme a sus brazos, sino que sea él quien me lo ruegue.
- Ya sabes que todo lo que quiero, lo consigo. - le suelto y girando saco mi culo para restregárselo por el bulto de su pantalón.
- ¡Joder Tania... eres tremenda!
- ¡Lo sé! - respondo toda chula.
- Pues todavía hay algo que no has conseguido. - intenta todavía mostrar su hombría y su capacidad de querer ponerme a prueba.
- Ya verás que sí.
El jefe se coloca enfrente de mí y me da la enhorabuena, pero sin darme el abrazo que me han dado los demás, él siempre tan serio y correcto, me estrecha su mano, aunque no me hubiese importado en absoluto tener ese cuerpo madurito apretado contra mí.
Cuando ya todos me han felicitado y abrazado, menos a Manu al que he dejado con las ganas, me dirijo hacia los vestuarios, disfrutando todavía del calor de sus abrazos, de sus piropos y sus felicitaciones, que siguen lanzándome, mientras camino meneando mi culo, al que todos deben estar devorando con sus miradas. ¡Estoy encantada!
Cuando llego a mi taquilla, dispuesta a quitarme el bikini empapado, no dejo de darle vueltas a la cabeza en eso que me ha dicho Manu, a pesar de mostrarme tan vacilona, porque en el fondo lleva razón, todavía no he conseguido mi objetivo que es tirármelo y lo que me provoca, esta tensión, en vez de enfado, es todo lo contrario, calentarme más por ponérmelo más difícil y convertirse en el mayor de mis retos.
De pronto suena la alarma y el capitán entra gritando por la puerta.
- Tania, necesitamos a todos los efectivos. Hay un gran incendio. - me dice.
Sin tiempo a quitarme ...