Matrimonio por interés y por placer (3) - Relatos Eróticos

Matrimonio por interés y por placer (3)

Al día siguiente comenzaron su luna de miel en un lugar paradisiaco donde atractivos chicos y hermosas chicas en atrevidos bañadores lucían en la playa sus sensuales y bronceados cuerpos Luis y Sandra se hospedaban en una suite en el último piso de un hotel de lujo, la cual contaba con sala, cocineta, bar, la habitación y una enorme terraza con un jacuzzi donde su primera tarde-noche se metieron desnudos para admirar la puesta de sol comentado la belleza del lugar y cuando Sandra tocó el tema de las chicas que había en la playa describiéndolas como de cuerpos perfectos Luis, admirando la desnudez de su mujer, le aseguró

- Tú no tienes nada que envidiarles pecas, a ti también te voltean a ver con deseo

Sandra quedó en silencio, observó su cuerpo desnudo y recordó como la habían mirado algunos hombres en la playa y en la alberca del hotel, volteó a ver a Luis y le preguntó

- ¿Y a ti te gusta que me miren así? ___ Luis pensó unos segundos y respondió

- Es normal que los hombres volteen a ver a una mujer de buen cuerpo

- ¿De modo que para ti es muy normal que miren a tu mujer con ganas de cogérsela?

- Tienes un cuerpazo y es normal que te volteen a ver… Tú también volteaste a mirar a varios chicos

- Si lo hice, porque estaban atractivos, pero a ninguno lo miré pensando en que me cogiera. Sin embargo, ustedes si nos miran así y nos hacen sentir mal… Eso también debería considerarse una forma de acosar sexualmente a una mujer.

- Te voltean a ver porque tienes un cuerpo muy atractivo pecas

Le respondió abrazándola y Sandra insistió

- Entonces, si una mujer tiene un cuerpo atractivo ¡Ya se jodió! Tendrá que soportar las miradas obscenas de los hombres y deberá resignarse a ser vista como “objeto sexual”. Y será su culpa, por estar así de buenota, de sabrosa, ¡Rica para coger, la pinche vieja! …. ¿Te refieres a eso?

Luis sabía que, si respondía, la primera noche de su luna de miel se convertiría en una historia sin fin sobre, el respeto y el acoso hacia la mujer, por lo que decidió acariciarla y besarla para iniciar el juego previo que los llevó a la cama. Después de haber disfrutado del sexo en su primera noche como “lunamieleros”, al salir del baño Sandra se miró frente al espejo girando su cuerpo para observar sus nalgas y dijo

- Si tengo lo mío ¿No crees? ___ Luis se rio y respondió

- El espejo no miente mujer ¡Tienes un cuerpazo! __ Y Sandra llena de vanidad respondió

- Y me vería mejor con la piel bronceada, ¿Qué tal si a partir de mañana después de estar en la playa, nos venimos a asolear desnudos en la terraza?

- Me gusta la idea

Ella sonrió y se subió a la cama pensando con frialdad en que Luis tenía razón, los hombres la miraban con deseo y si bien no estaba dispuesta a “dar su brazo a torcer” en lo referente a sus ideas, si le gustaba el hecho de que a Luis le excitaran esas miradas, ya que a ella la envanecía saberse deseada por otros. Y fue esa vanidad la que la llevó a la costumbre de asolearse ...