1. A los 14 con mi bully


    Fecha: 12/08/2019, Categorías: Fetichismo Gays Autor: samuel.hgh, Fuente: SexoSinTabues30

    Cuando no te falta nada y la vida se vuelve monotonía pura, entonces comienzas a ser un imbécil. También la escuela tenía una parte de culpa, y mis padres, por supuesto; su hijo de 14 años sale del clóset y lo mejor que pudieron pensar fue enviarlo a una escuela católica. Nada podía salir bien, y claramente nada salió bien. Aunque debo admitir que besar a Daniel enfrente de todos se sintió extrañamente bien. Todos sabían que era gay. Con esa etiqueta llegué a esa escuela y es con la que salí de la anterior. Daniel se encargaba de inventar un sobrenombre diferente todos los días, y a veces llegaba a los empujones o zancadillas, pero nunca nada más allá. Y si, era un bully típico, aunque conmigo se ensañaba el doble o triple que con cualquier otro. Cuando pasó lo del beso fue casi a mitad de año. Nos expulsaron a ambos, y aunque sentí satisfacción, también me sentí un poco triste por el, pues el beso no fue nada consensuado. En resumen nos aliamos con unas compañeras y en el medio del juego de «la botellita», el pobre juraba que iba a besar a una de las chicas, la condición era que fuera con los ojos cerrados, y ahí entré yo. Aún recuerdo su cara cuando abrió los ojos después de 10 segundos porque ya nadie aguantó la risa. Hubieron fotos, videos y obviamente terminaron en internet. El resto es historia; escuela católica, dos niños besándose, hasta luego y cierren por fuera.
    
    Así terminé en una escuela pública después de haber sido «sustraído» y expulsado de una privada y una católica. Mis padres lo vieron como un castigo (aunque también es cierto que no habían más escuelas con cupo a medio año), sin embargo para mí era el paraíso. La gente era mucho más liberal ahí, habían chicos y chicas que estaban fuera del clóset y nadie parecía darle mucha importancia. Mis compañeros no parecían notar mi existencia al principio hasta que comenzaron a conocerme y, sobre todo, cuando supieron que tenía dinero. A mí no me importaba si se acercaban por interés o por amistad; a mi me gustaba que los chicos siempre jugaban a agarrarse el bulto, algún arrimón y esas cosas, y sabiendo que a mí me gustaba, con más ganas lo hacían. Pero hay una parte que omití; Daniel también fue a parar ahí. Y claro, también omití por qué besé a mi bully.
    
    Por un lado era una venganza perfecta, pero también había cierta atracción masoquista; era un imbécil, sí. Pero un imbécil muy atractivo y desarrollado para su edad. Yo no me quedo atrás por la natación, pero no hago mucho más que eso. Tengo piel blanca y cabello negro, para ese entonces tenía unas pocas pecas en la cara que hay han ido aumentando y son mi principal atractivo. Cejas bien pobladas aunque finas, y pestañas largas, herencia familiar de mi madre. Un miembro promedio y un trasero nada exagerado, pero paradito por la natación. Me considero promedio. Pero Daniel se salía absolutamente del promedio, cabello negro azabache, piel trigueña, sonrisa perfecta y encantadora, nariz respingada, labios apetecibles y ojos grandes ...
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