1. La casada decente se desata


    Fecha: 12/08/2019, Categorías: Incesto Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    ... magrearles las tetas y disfrutar. Algo más tarde se corrían y les llenaban los coños de leche.
    
    Nerea era una guarra de cojones. Nada más acabar ellos se echó boca arriba sobre la alfombra, y le dijo a Eva:
    
    -Ven y pon tu coño en mi boca, prima.
    
    Eva fue a su lado para ponerle el coño en la boca, pero Nerea le dio la vuelta, le puso ella el coño en la boca a Eva y haciendo un 69 comenzó a comerle el coño. La leche de Miguel salía del coño de Nerea e iba cayendo en la boca de Eva mientras le comía el coño. Nerea lamía la de su marido y le chupaba el clítoris. Chupándolo, Eva, se comenzó a correr. Chupó el clítoris de Nerea con la fuerza de un ciclón y Nerea se corrió meando primero en la cara de Eva, y echando después un cargamento de babas.
    
    A unos cientos de metros de allí. Teresa estaba cabalgando a Sebastián, que le preguntó:
    
    -¿Tienes alguna fantasía, Teresa?
    
    -Claro, cómo todas las mujeres.
    
    Dándole caña desde abajo, le preguntó:
    
    -¿Cuál es?
    
    -Tengo tres fantasías.
    
    Le dio las tetas a mamar. Sebastián se las apretó y se las mamó. Luego Teresa lo besó y después le contestó a la pregunta.
    
    -Follar con tres hombres es una de ellas.
    
    -¿Doble penetración?
    
    -Triple.
    
    -Eso solo puede ser, boca, culo y coño
    
    -Sí, esa es una de mis fantasías.
    
    -¿Cuáles son las otras dos?
    
    -Una que me bañen de semen... Me voy a correr. ¡Fóllame más aprisa!
    
    -¿Cuál es la otra?
    
    -¡Dame duro!
    
    La agarró por la cintura, metió y sacó a toda hostia y solo paró para correrse dentro del coño.
    
    Al acabar Teresa le puso el coño en la boca, y con la leche de la corrida y sus jugos cayendo en la boca de Sebastián, le dijo:
    
    -Esta es mi tercera fantasía. Ver cómo un hombre se traga su leche. Mete tu lengua en mi coño.
    
    Sebastián le metió la lengua en el coño y Teresa lo frotó con ella hasta que tiempo después le cogió la cabeza, la apretó contra su coño empapado y se corrió cómo una cerda, diciendo:
    
    -¡Traga, lambón, traga!
    
    La noche fue larga en los dos lados, más para no llegar a aburrir al personal animado, el relato de "La casada decente", se ha acabado.
    
    P.D. A ver si comentáis algo más, que sois más vagos que la chaqueta de un guardia.
    
    Quique. 
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