1. La casa de los Jansen


    Fecha: 01/06/2023, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... brilla en lo alto.
    
    __¡Elena tu tuviste muchos novios!
    
    __¡Ay querida…claro…por supuesto…a tu edad, no perdía mucho el tiempo, también tuve una mujer experimentada que me guió!
    
    __¿Cómo es eso?__ pregunté intrigada
    
    __¡Sí…una profesora del instituto al que me enviaron de joven, una bella mujer, casada, pero que le gustaba todo lo relacionado a las relaciones humanas!
    
    __¿Cómo es eso?
    
    __¡Claro, belleza, ella me contó todo sobre la vida y lo más importante…sobre el sexo…y tuvimos…como diría… practicas continuas y calientes de aquello que hablábamos!__ yo me quedé pensativa, rebobinando y desmenuzando lo que me decía aquella sonriente mujer madura. Me tomaba del brazo mientras caminábamos. Me acariciaba las manos y las muñecas, yo empezaba a sentir levemente un hormigueo.
    
    __¡Pasamos tardes y noches increíbles hasta que todo tuvo que terminar!
    
    __¿Pero tú me dices?…que te…¿acostabas con aquella mujer?
    
    __¡Claro…no me mires así chica linda!__ ella sonreía y mil cosas pasaban por mi cabecita loca, ardiente, caliente, lujuriosa. Aquella mujer era una sorpresa viva de la vida.
    
    Llegamos a unos de los bancos. Nos sentamos chocando nuestras piernas. Mi corazón latía pareciendo que explotaría en cualquier instante. Me desbordaba aquella mujer, que olía a sexo. Olía a flores, perfumada. Se veía tan hermosa contra los árboles que ondeaban sus ramas por el viento que se estaba levantando.
    
    Ella miró mi rostro y tomo mi barbilla, emocionada yo la dejaba hacer. Es mas no podía hacer nada, porque deseaba que hiciera lo que estaba por hacer.
    
    Se acercó lentamente sin sacar la risita de sus labios, que fueron posados tiernamente sobre los míos. Los repaso de forma suave, dulce, yo me volví loca y mi entrepierna empezó a chorrear jugos sin detenerse.
    
    Era como si hubiese abierto un gran grifo. Yo sentía que mis jugos chorreaban de una manera sideral. Jugosa fruta entre mis piernas.
    
    Su lengua me lamió, despacio, tomando su tiempo, yo absorta, pero mucho más, caliente. Ella lo sabía muy bien, que yo chorreaba entre mis piernas porque ella misma estaba así de cachonda.
    
    Me tomo una mano y la llevó a su entrepierna en medio de aquel sitio abierto y lleno de luz. Sin ningún tipo de problemas, sin ningún remordimiento. Fatal entrega de mujer a mujer. No me daba cuenta pero estaba dejando de ser una niña, me estaba convirtiendo, gracias a Elena en una mujer, con sus delirios, con sus gustos, con sus arrebatos y calenturas.
    
    Su lengua entraba y salía de mi boca que explotaba de miel y placer, mi lengua también jugaba con la de ella. Ella me chupaba y mordía la lengua mía, saboreando cada centímetro, haciendo que mis dedos hicieran círculos en su entrepierna sin un pelito. Babosa.
    
    __¡Ves que te gusta, ohhh lo sabía, corazón ardiente, piel que quema…eres un demonio de las mías…te encantan las almejas ehhh, ohhhh, bella chica…serás mía!!!__ suspiraba en mi oreja, aquella mujer que me fascinaba, desde mucho antes que aquel día, pero que ...