1. Ana la peluquera


    Fecha: 25/03/2019, Categorías: Infidelidad Autor: aleperez, Fuente: CuentoRelatos

    ... gustaba y me dijo que sí, le dije que bueno con mucho gusto me dijera que canciones le agradaban y se las copiaba, ese día me restregó su cuca en mi hombro a tal punto que cuando me fui a levantar no sabía cómo hacerlo ya que la erección se notaba, ya que el short que me había colocado me quedaba algo ajustado, cuando me retiro de la silla ella dirige la mirada hacia mi pene (no es que sea grande pero era evidente).
    
    Voy a mi computadora para hacerle la transferencia y se ubica a mi espalda y me quedo absorto viéndole el centro de sus piernas, (ya que delante de la computadora había un espejo grande, ella colocada detrás de mí) hago la transacción equivocándome varias veces se da cuenta de mi nerviosismo ella también lo estaba me pide la computadora para revisar algo en su correo le doy la silla, se sienta y ruborizada emite un pequeño grito diciendo que no sabe qué hacer, me sorprendo y corro hacia donde está ella para ver que le sucede, no sé porque le llegó un correo con escenas de sexo y se puso roja como un tomate, por más que presionaba no se quitaba el correo, procedo a tomarle la mano con el mouse, la siento nerviosa y fría, le pregunto si se siente bien, me hace señas que sí, pero intenta no ver las escenas donde esta una mujer siendo penetrada pero disfrutando de la follada que está recibiendo, pero su mirada la traiciona, me doy cuenta de esto y tomándolo de lo más natural le digo: "Esto es lo más normal del mundo, solo que ciertas personas o grupos lo toman como algo inmoral o en extremo pecaminoso!"
    
    Ella refuta diciendo: "Señor Alejandro el diablo se escuda en todo para hacernos pecar!"
    
    Le respondo: "Si señora Ana tiene razón pero tal parece Ud. como que le llamó la atención! Jejeje", pero se lo dije tratando de poner una cara angelical y riéndome con cierta inocencia, para no parecer irrespetuoso.
    
    Aún con mi mano sobre la de ella tocándosela muy suave, sintiendo su piel muy dócil, ella dice: "Ay Sr. Alejandro como dice eso?". Le respondo tratando de romper sus escrúpulos morales, religiosos, sociales, culturales y hasta familiares, pero transmitiéndole confianza...
    
    "Si Sra. Ana eso es normal pero más bonito es y se ve cuando se hace con alguien que a uno le guste o sienta esa conexión especial..."
    
    Al ver la reacción de ella que riéndose pero con cierta tristeza en sus ojos por así decirlo dice: "ah no se señor Alejandro", a lo que acercándome por atrás le pregunto: ¿cómo que no sabe? ay Sra. Ana y que paso con su esposo?”. Ella nerviosa recoge sus cosas y se marchó, no hice nada pensando que había metido la pata, pasaron 3 semanas nuevamente le escribo con cierta prudencia para ver sí podía venir a afeitarme el domingo a eso de las 3 pm como vivo algo retirado de su casa quedé en buscarla en un taxi como era costumbre, a lo que accedió como si nada.
    
    Una vez en mi departamento le invito un café con galletas y procedo a acomodar la silla para comenzar la faena/tortura, traía un pantalón mono algo flojo pero en la ...
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