1. Eres mía (encuentro)


    Fecha: 09/08/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Rosa de los vientos, Fuente: TodoRelatos

    ... sus rostros, de cómo sus músculos se tensaban cada vez que la penetraban, de los gemidos y lamentos que se mezclaban en una orgía de sonidos. Veía que el ritmo de sus movimientos era cada vez más seco, más posesivo, más anárquico… sin duda, sabía que el final estaba llegado.
    
    El moreno lanzó las cuatro últimas embestidas antes de correrse y hundirse por última vez en su ano, al salir de ella, un rio de semen viscoso comenzó a recorrer el muslo interno de María. Unos segundos después, fue el otro chico quien se derramaba también emitiendo un “joder me corro” que le nació de lo más profundo de sus entrañas. Cuando el segundo se retiró, otro pequeño rio de semen se derramó de su vagina y se unió con el primero.
    
    María estaba exhausta, semidesnuda, e impregnada en fluidos. Se apoyó en la repisa del lavabo mientras los dos chavales se subían los pantalones y adecentaban la ropa. Casi sin terminar de vestirse, se encaminaron a la puerta sin tan siquiera mirarla. Al pasar junto a mí, el moreno adoptó un aire de suficiencia y me dijo:
    
    —La próxima vez tienes que unirte guapa. Me encantan las maduritas — al pasar a mi lado, el chaval lanzó una sonrisa a mitad de camino entre la burla y la satisfacción.
    
    Los ignoré, aparte la mirada y permanecí callada. Aunque una sensación de agitación nerviosa recorría mi cuerpo, centré mi atención en María; esta se encontraba semidesnuda, con los restos del pecado brotando y recorriendo su piel. La puerta se cerró tras ellos y enseguida nació en mí el impulso de acercarme a su lado. Ella me miraba mientras se adecentaba la ropa. Yo cogí un poco de papel higiénico y limpié el semen que recorría sus muslos.
    
    De repente, escuché la primera de las puertas de los baños abrirse y arrastré a María dentro del WC. Una vez en pequeño habitáculo ella terminó de vestirse y volvió a mirarme con esa expresión de “soy tuya” que había visto unos minutos antes.
    
    —¿Pensabas que no sería capaz?
    
    —No estaba segura.
    
    —Te dije que haría cualquier cosa por ti —el tono de sus palabras y su expresión al decirlo denotaba la sinceridad más absoluta.
    
    —Tengo que reconocer que me has sorprendido…
    
    —Y… ¿te has excitado? — mientras hablaba, la velocidad a la que su pecho se hinchaba aumentó.
    
    En el exterior se escuchaba la conversación de las dos chicas que habían entrado en el baño y es por eso que hablábamos al mínimo volumen. Sin haberlo planeado, las dos estábamos a solas allí dentro hablando en susurros. Después de tanto tiempo, la tenía frente a mí; yo notaba sus ganas, y estaba segura de que ella también notaba las mías.
    
    —Digamos que me ha parecido interesante… —me mantenía en mi papel, o al menos, eso pretendía.
    
    —Me ha parecido ver cómo te mordías el labio…
    
    Seguro que lo haría: es algo que hago de forma instintiva al excitarme.
    
    —Quizás me haya excitado un poquito…
    
    María había acortado la distancia que nos separaba y ahora invadía mi espacio vital. La caricia de sus dedos se paseó por mi rostro apartando ...
«1234...13»