De regreso a la secu - Relatos Eróticos

De regreso a la secu

... ella “¡Horale! Tu macho es cadete” voltee y vi a la Adriana con la camisa del uniforme puesta, acomodándose la boina, y tenía mis lentes comando puestos, se había acomodado el cabello dentro de la boina, me saco de mis pensamientos la recepcionista diciendo “esos cabrones son muy fogosos, pero se ve que tú también tragas verga a kilómetros, si le dejas leche dame chance para que me coja, yo estoy como boiler”, sonriendo le dije “pues quien sabe, chance lo convenzo y hacemos un trio” guiñándole un ojo me fui a mi carro, pero ella aprovecho a darme una nalgada cuando le di la espalda

Me subí a mi auto, las manos de Adriana (o para mi desde ese momento fue Adrián) temblaban, con mi mano derecha le acaricie las manos, le dije “tranquilo papi, no vamos a hacer otra cosa que no hayas hecho antes, seré tu puta, solo tuya, las más ardiente que hasta antes de ahora hayas follado”, pasando la puerta del cuarto podrás cogerme, morderme, arañarme, viólame si quieres, la única condición es que no me dejes marcas en el cuello, mientras Adrián escuchaba tragaba en seco, se ponía más nervioso, entramos al cuarto, estaba en penumbras, prendí las luces y me recargue en la pared, comenzó poco a poco, acorralándome de repente hundió por debajo de mi camiseta holgada una de sus manos en uno de mis senos, apretándolo con firmeza, acercando su boca a mis oídos me dijo “son colosales”, le pase la lengua en su cuello diciéndole “ya ves que no estoy jodida pendejo de mierda”, eso lo excito más, su otra mano desabotono mi short y la hundió en mis muslos abriéndolos forzosamente sintiendo como corrían mis fluidos hundiendo sus dedos en mi coño, follándome duro con su dedo medio

Con la mano que apretaba una de mis tetas me saco la camiseta, mis pezones estaban erectos, su mano pellizcaba una de mis tetas, con su boca me mamo y me mordió la otra teta, yo gemía como loca, le abrí su chaleco, sacándole la playera, mis manos se apoderaron de sus pequeños pechos, realmente pequeños, parecían unos limoncitos, un delicioso pecho masculino, prieto que cuando le empecé a pasar la lengua en sus pechos mi macho se empezó a retorcer, mordiendo su labio inferior, empezó a hacer movimientos coitales, le baje su pantalón pescador, su bóxer, abriendo mis piernas empecé a recibir sus embates, mi macho tenía una mata gruesa que parecía estropajo, sintiendo esa pelambrera sentía descargas en mi panocha que estaba sensible por estar recién rasurada, se escuchaba como aplausos dentro del cuarto, clavo sus dedos en mis nalgas, diciéndome al oído “estas deliciosa perra, como quisiera tener verga para culearte

Mis manos que masajeaban ese pecho delicioso ya perlado en sudor mis uñas bajaron por su vientre, lo acosté en la cama, y fui directo a mi mochila, sacando el suspensor se lo pues, acomodándole el dildo, Adrián admirado veía como empecé a ajustarlo en su cadera, cuando se o conecte en su panocha termine de ajustarlo, y cuando le di la primera mamada se retorció mas, ya que la succión ...