1. El Incubo del Internado 14


    Fecha: 11/03/2023, Categorías: Fantasías Eróticas Lesbianas Autor: Lobo85, Fuente: SexoSinTabues30

    ... dijo con cierta vocecilla:
    
    Qué lindo se siente – y cerraba los ojitos mordiéndose el labio.
    
    Sí, me gusta, sigue así – seguía diciendo la niña perdida en el placer.
    
    Hacerme sentir más bonito ¿cómo? – preguntó la menor – está bien, hazlo…
    
    No sé qué se tramaba el niño, pero lo sospechaba, vi como este se separó un poco, dejándome ver mejor a la niña ansiosa, ella cerró sus ojos y se dejó llevar, en ese momento su falda cayó al piso, y al notarlo quiso levantarla, se veía apenada, pero no miraba, algo parecía mantenerla de pie, e incluso alzó sus manos.
    
    Oye no seas brusco – pidió la chiquilla al extraño mocoso.
    
    No supe si le dio respuesta, pero vi como la niña parecía ser besada con lengua, ella se retorció en un principio, pero en poco tiempo pareció aceptar eso y muy ruborizada se dejaba manejar, lo más extraño es que el niño no se le acercaba, eso me olía al incubo, más cuando el calzoncito de la niña con dibujos infantiles fue bajando lentamente, quedando sólo con las calcetas y zapatos, viéndola bien, a pesar de ser tan pequeña, estaba muy linda, pues aunque le faltaran tetas, su pancita era pequeña, sus muslos y nalgas se veían muy sensuales, con formas muy femeninas, su piel suave, además en esa extraña situación, había un toque de morbo que no me permitía dejar de mirar o intervenir, parecía que la estaban besando, sus manos arriba seguían alzadas, el niño en eso bajó su cabeza, comenzando a meter su lengua, o eso imagina, en la pequeña gruta de la chiquilla, quien se retorica más, no supe si le gustaba o qué, pues solo alcanzaba a escuchar unos leves quejidos, porque sus piernas se quedaron abiertas, que imagen, parecía que el chiquillo jugaba con su intimidad porque sus manos comenzaron a tocarle las caderas para tenerla quieta, mientras jugaba en su pubis, o en ocasiones le agarraba las nalguitas, en eso un pequeño gemido pareció emitir, la miré mejor, al tiempo movía sus pezones como si los estirara, un hilillo de saliva salía de su boquita, pero en eso se quejó, dando la impresión de que el niño hurgaba más profundo en su intimidad, de hecho no parecía que estuviera besando a alguien, por el contrario, era más bien como si le estuvieran metiendo un miembro en la boca, sus movimientos eran extraños, ya no eran los de antes, ahí note que el niño ya no estaba, peor aún, unas manos espectrales sujetaban sus bracitos, ella era sacudida de forma viciosa, luego me di cuenta que era como si la penetraran por todos sus hoyitos, no sé cuánto estuvo ahí, la pequeña era sacudida como si estuviera teniendo sexo real, pero finalmente aquello que la usaba se terminó por “correr”, fue tan duro que hasta un leve quejido alcancé a oírla dar, terminando en el suelo, finalmente sentí como si pudiera moverme así que fui a verla, ella estaba hecha un desastre, pero en cuanto la sujeté me miro y me dijo:
    
    Quiero más, todavía no me siento bien – me suplicó la nena.
    
    Cegado por el deseo, comencé a tocar su puntito de placer, ella gimió un ...
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