En el centro comercial - Relatos Eróticos

En el centro comercial

... para nada acostumbrado a una polla... No se podía, pero entonces Carlos me pidió que me girara, y así lo hice. Me coloqué de espaldas a él, abriéndome yo las nalgas mientras me sentaba sobre su falo, duro y caliente. Entró un poquito. Me dolía, pero era soportable. Entonces Carlos me hizo levantar, pegado a mi trasero, dentro de mi, de forma que quedé contra el respaldo del asiento delantero, mientras el iniciaba un suave bombeo en mi culito. Me empezaba a gustar, el sentirme relleno, el placer que empezaba a sentir, y el morbo de hacerlo en un lugar público. Me cogió de la cintura y me enculaba rítmicamente y produndamente, que sensación, uff.. Así estuvimos unos 10 minutos, hasta que me avisó que se iba a correr. Yo lo animé, lo quería sentir palpitar dentro de mi, imaginándome que me lo estaba haciendo a pelo... Se corrió embistiéndome brutalmente, resoplando, hasta que caímos sentados en el asiento de atrás. En ese momento me levanté, le retiré el condón lleno de leche calentita, y lo anudé. Aproveché para tocarme mientras él se limpiaba, y nos empezamos a vestir. Los cristales del coche estaban muy empañados, y la temperatura debía rozar los 50°c. Era insoportable, irrespirable.

Salimos del coche y comenzamos a hablar de la experiencia. Mientras hablábamos, mi culito no dejaba de contraerse y dilatarse. Si hubiéramos estado en una cama, hubiera cabalgado esa polla durante horas...