1. Tomás mi niño consentido (5)


    Fecha: 01/08/2019, Categorías: Incesto Autor: iloveyoumybaby, Fuente: SexoSinTabues30

    Habia hecho unas compras rápidas después del trabajo, ví que la cocina estaba despejada y escondí más chocolates, con Aby teníamos ya uno establecido pero yo tenia uno aparte que casi semanalmente lo reponia, ví que una de las cajas estaba abierta y faltaba la mitad de los animalitos, estaba claro que Tomás los había tomado y la evidencia en la comisura de sus labios decia que los habia comido recientemente, también se podía ver que estaba más acelerado que otras veces, bastante inquieto al menos más e 1 hora había pasado desde que se los había comido, a su madre no la veía por ninguna parte, recordé que en la escuela al principio una de las sugerencias que nos habían dado era que hiciera algún deporte y como a él no le gustaba ninguno que mejor deporte que desgastar energía jugando con su papi, cuando salí del baño me encontré con mi esposa.
    
    – ¿Le diste dulces no?…ahora tu tendrás que jugar o leerle algo hasta que se calme.
    
    – Solo comió algunos.
    
    – No importa, es tu problema, nunca escuchas lo digo.
    
    – Esta bien, esta bien, ve a dormir, yo me encargo de él.
    
    Con una sonrisa de oreja a oreja fuí hasta su habitación donde estaba saltando sobre la cama con la TV a un volumen demasiado alto, cerré la puerta enseñandole una bolsa de dulces, bajó de la cama para tomarla pero la aparte de su alcance, apague la TV.
    
    – ¿No me los vas a dar?
    
    – Si pero no ahora.
    
    – ¿Cuando?
    
    – Después de jugar.
    
    – ¿A qué vamos a jugar?
    
    – El juego de padre e hijo.
    
    – Esta bien pero me darás toda la bolsa.
    
    – Eso lo veremos.
    
    – Toda la bolsa.
    
    – La mitad.
    
    – Toda.
    
    – Esta bien, no te puedo decir que no a ti.
    
    Me bajé el pantalón moviendo la cadera haciendo que mi pene también se moviera y sacudiera, volvió a subir a la cama.
    
    – ¿Qué haces por que te mueves así?
    
    – No se, es divertido.
    
    Me imitó y me acerqué a el tomando su pene, lo tomé por sorpresa pero no dijo nada, continuó saltando hasta que moví mis manos intentando masturbarlo pero casi no pude, dejé la bolsa a un lado y tome su hombro para que dejara de saltar y besé su vientre llegando a su escondido pene, tenis un sabor que normalmente no tenía.
    
    – ¿Estas seguro que lo limpiaste bien?
    
    – No jaja…no me bañe.
    
    – No sabía que tenía a un puerquito como hijo.
    
    – No soy un puerco…¿qué tiene de malo no bañarse un día?
    
    – Hay que hacerlo todos los días.
    
    – No quiero.
    
    – Vamos, estuviste sudando todo el día, estas sucio.
    
    – Nooo…no quiero. Bañame tu.
    
    – Tienes que hacerlo solo.
    
    – Noooo.
    
    Con un gran suspiro termine aceptando, pero estaba muy inquieto y se puso a jugar con el jabón sin dejarme enjuagarlo, el baño fue eterno, cuando por fin terminamos los dedos de sus manos y pies estaban muy arrugados, volvió a la cama tomando un puñado de dulces y comenzo a saltar otra vez, sin siquiera secarse.
    
    – Baja y sacate.
    
    – Nooo.
    
    – Anda.
    
    – Atrapame.
    
    Ya no estaba para andar corriendo detrás de él, también había terminado mojado y estaba algo ...
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