1. Rompiendo los límites de mi nuevo hermano


    Fecha: 01/08/2019, Categorías: Incesto Autor: Lena0308, Fuente: TodoRelatos

    Mi nombre es Elena, tengo 22 años, mido al rededor de 1,67, piel morena, cabello largo y ondulado, cuerpo con forma de reloj de arena, sin llegar a ser delgado, pero tampoco robusto. Pecho medio y un gran trasero, redondo y respingon.
    
    Esta historia (mi historia) comienza en un dia cualquiera de otoño. Mis padres estan separados y hace algunos años, mi padre comenzo una relacion, con Mariela, una mujer bellisima, de unos 45 años, con la cual congenie a la perfeccion a penas la conoci. Mariela tiene la misma edad que mi padre y coincidentemente tambien tuvo un hijo a la misma edad que mi padre me tuvo a mi.
    
    No puedo negar que a penas supe que Mariela tenia un hijo de mi edad, eche mis fantasias a volar. Mis relatos favoritos siempre han sido los categorizados como "amor filial" y "no consentido" por lo que fantasear con un escenario que involucrase ambos factores, fue glorioso.
    
    Pase mucho tiempo fantaseando con Julian (el hijo de Mariela), la relacion entre nuestros padres progreso, por lo que llegamos a coincidir muchisimas veces cuando yo iba de visita a casa de mi padre (vivimos en regiones distintas).
    
    Finalmente, mi padre y Mariela se mudaron juntos...Junto a Julian...
    
    Estabamos en plena pandemia cuando fui de visita. La idea era pasar un fin de semana, pero en mi hogar surguio un brote de covid, por lo que mi estancia se extendio indefinidamente.
    
    Con Julian compartiamos ciertos momentos, pero nada especial, era un chico agradable de aproximadamente 1,75 u 1,80, delgado, cabello largo y cobrizo, algo timido y un pesimo conversador, pero el morbo superaba cualquier aspecto fisico o psicologico.
    
    Mi padre y Mariela trabajaban casi todo el dia, Julian se encerraba en su cuarto a hacer dios sabe que, mientras yo me aburria terriblemente.
    
    Entonces comence a hacer ciertas cosas. Nada importante, niñerias casi.
    
    Paulatinamente mis vestidos se acortaron, mis pechos comenzaron a destacarse en mi ropa, pequeños roces, miradas y sonrisas demasiado amigables.
    
    Julian era un idiota, pero adoraba la sensacion que me producia el escucharlo dejar una frase a medias por quedarse embobado mirando como yo me ponia de puntitas para sacar el cafe de su estante, mientras mi vestido subia, dejando mis muslos expuestos, o como parecia perder el control de sus extremidades cuando accidentalmente olvidaba sujetar el borde de mi falda al subir esas empinadas escaleras... En el fondo deseaba que el pudiese entrever la humedad de mis bragas, mientras imaginaba como seria que el, violentamente, me forzara en los escalones de la casa de su madre.
    
    De a poco fui subiendo el tono, pronto se volvio sumamente exitante ver como el, que a penas tenia contacto con mujeres ademas de mi y su madre, perdia el control, dudaba de sus facultades, cuestinaba su etica y me deseaba, mas de lo que deseaba ser un buen chico, hospitalario con su nueva hermanastra, solo unos meses menor que el.
    
    La puerta de mi habitacion daba directamente a mi cama y el debia ...
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