1. Mi tía Leonor: El día de su cumpleaños (1 y 2)


    Fecha: 31/07/2019, Categorías: Incesto Autor: Little Sex Warr, Fuente: CuentoRelatos

    Llegué a casa de mi tía Leonor, dos días antes de su cumpleaños número 42, iba a pasar dos meses en su casa, mientras entraba a la universidad, donde tendría una habitación dentro del campus.
    
    Decidí aceptar la beca de posgrado en una universidad tan lejos de mi país, porque sabía que ahí vivía la hermana menor de mi madre y su hija de mí misma edad, a mi tía solo la había visto dos veces en mi vida, y a mi prima solamente la última de esas veces. Pero después de esto, había hecho una buena relación internáutica con ambas.
    
    Mi prima también estaba de beca en otro país, por lo que tomé su recámara por unos días. Así que, durante esos dos días, fui la única ayuda de mi tía Leonor para preparar su aniversario.
    
    A la fiesta acudieron unas 20 personas, entre amigos, clientes, proveedores y vecinos de mi tía, la celebración tuvo un toque mexicano, todos se divirtieron y disfrutaron la comida y la bebida, aunque pocos se sobrepasaron.
    
    Pasada la medianoche, se fueron los últimos invitados, cuando estuvimos solos, mi tía me comentó que si quería me podía ir a acostar, ella se cambiaría y empezaría a arreglar la casa, para así poder levantarse tarde, le dije que por ningún motivo la dejaría hacer todo sola, que también me cambiaria y le ayudaría con la limpieza.
    
    Me puse unas bermudas y una camiseta de tirantes y bajé a levantar lo que estaba tirado, mi tía tardó un poco más en bajar, traía puesto un camisón de algodón de un color beige claro hasta media pierna con dos aberturas laterales que permitían ver el muslo completo, se transparentaba que traía un bikini azul minúsculo como única ropa interior. En los días anteriores, si había puesto atención a la belleza física de mi tía, pero en ese momento pude apreciar casi a totalidad que, a sus 42 años, mi tía seguía siendo una mujer súper atractiva, su cuerpo firme y macizo, piernas bien torneadas, nada de abdomen y un par de pechos que, aunque particularmente no eran nada grandes, se conservaban bien paraditos con sus tetas y aureolas grandes y obscuras.
    
    Involuntariamente me quedé estupefacto al ver semejante belleza de mujer bajando por las escaleras, hecho que causó una leve sonrisa a mi anfitriona que con su voz me despabiló de nuevo para seguir haciendo la limpieza
    
    -Vamos Isaac, deja de verme como idiota y acabemos de limpiar la casa
    
    Pero no había forma de perder de vista aquel monumento de mujer, sobre todo cuando me daba la espalda o se agachaba a recoger algo y de esa forma mostraba más sus encantos. Después de 20 minutos de observar aquello mi hombría no daba para más, una tremenda erección se dejaba ver bajo mis bermudas y no había forma de hacerla pasar desapercibida, aunque trataba de darle la espalda a mi tía cuando me hablaba, bien pudo darse cuenta de mi estado de excitación y lejos de sentirse ofendida o molesta por esto, empezó a jugar conmigo. Cuando estaba lavando la loza, me pidió le ayudara a subir algunas cosas a la alacena superior, justo arriba del lavadero, por lo ...
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