1. Cuando conocí a mi dominante


    Fecha: 30/07/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Pily45, Fuente: CuentoRelatos

    Durante el vuelo, no pude dejar de pensar cómo sería ese encuentro. Tenía miedo, pero también me sentía totalmente excitada. Me dijo como debía vestir y que tipo de ropa interior debía llevar. Él me estaría esperando en un restaurante céntrico y prácticamente lo único que me indicó que llevara fue ropa interior sexi que él elegía por Internet. Durante todo el tiempo que tuvimos contacto telefónico a través de sus indicaciones me decía cómo vestir, cómo arreglarme y como aumentar mi autoestima haciéndome sentir deseada a cada paso.
    
    Por fin llegué y lo vi. El de levantó, me dio un abrazo y no supe como aguanté las ganas de pedirle que me hiciera suya ahí mismo. Pero teníamos que ser discretos. Me indicó cuáles serían sus horarios y la forma en que yo debía esperarlo en los momentos que él llegara a la habitación de hotel que él había reservado para mí. Una habitación en el mismo piso donde él estaría hospedado, ya que él se encontraba en un congreso médico.
    
    Lo que me pidió portar era unas calzas ajustadas que hacían que mi culo resaltaba y se marcaba, debajo una tanga negra y bra de encaje negro, con una blusa que hiciera resaltar mis tetas y una chamarra larga, para no causar sospechas. Yo en verdad al verlo me sentía mojada, no sabía cómo agradecer todo el placer que me había dado sin siquiera tocarme y como había cambiado físicamente desde que él me tomo como su aprendiz de sumisa.
    
    En fin, me indicó que debería de subir por las escaleras sin usar elevador. Y ahí mientras subía las escaleras, sentí el primer contacto físico que me llevó a las alturas, cuando sentí, como una mano suya me daba una ligera nalgada, y comentó: “que rica estás”.
    
    En un descanso me hizo voltear jalándome hacia él y levantándome una pierna, recargándome a la pared, y cuando sentí que estaba a punto de besarme, solo me dijo: “sé que estás sedienta y mojada, así me gustas mi puta”.
    
    El camino a encontrar la habitación se me hizo largo. No aguantaba mas las ganas de que me hiciera suya, ya mi voluntad le pertenecía, pero necesitaba que él sintiera el fuego que él había iniciado y que me estaba quemando. Pero no fue fácil, al ingresar a la habitación cometí el error de demostrarle mis ganas y me castigó diciendo: “yo digo cuando. Ahora de castigo, esta noche te quedarás sola. Y por esta noche tienes prohibido masturbarte”.
    
    Se fue y me dejó con unas ganas inmensas de sentir. Quería llorar, quería irme, quería tocar su habitación y pedirle perdón. A cambio de eso solo cerré los ojos y me quedé dormida.
    
    Al abrir los ojos a la mañana siguiente, tenía un mensaje:
    
    S. Dúchate y ponte el juego de tanga y bra en color blanco de encaje. Llego en 10 minutos.
    
    P. Sí Señor.
    
    Justo en 10 minutos tocó la puerta eran las 5:40 am. Ingresó y fue directo al sillón que estaba al fondo de la habitación. Esta vez no quería hacerlo enojar y solo esperaba su indicación.
    
    S. Ponte en 4 patas, como si fueras una gatita, y vienes buscando una pelotita entre mis ...
«12»