1. De hombre simplón a hembrón de fantasía (Tercera parte)


    Fecha: 11/03/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: JoseRelatos, Fuente: CuentoRelatos

    ... colchón.
    
    Con sus dedos me agarro la tanguita y la hizo a un lado. Acomodó su verga y comenzó a pasar su cabezón por sobre mi mojada y caliente vagina.
    
    Ahí estaba yo, toda entregada a 4 patas para ese tipo tan violento que me arruinó muchas jornadas de estudio con su estruendosa música y que cuando le intentaba pedir amablemente que bajara el volumen, amenazaba con golpearme.
    
    No podía creer que me estuviese sometiendo a esa bestia. Estaba dejándole restregar su verga contra mi vagina y muy pronto me la iba a meter.
    
    - ¡Aquí te voy, rubia! - soltó mis nalgas y me agarró de mi cinturita.
    
    - ¡Prepárate, te la voy a meter toda de un sólo vergazo!- empezó a mover sus caderas hacia atrás.
    
    El momento ya había llegado, me la iba a meter. Cerré mis ojos con excitación y humillación. Sentí como mi masculinidad se me escapaba por los poros.
    
    ¡Plaf!
    
    Fue el poderoso ruido que se generó cuando su pelvis chocó contra mis nalgas, a continuación siguió mi chillido de placer y dolor.
    
    - ¡Aah! - me la había metido todo de golpe, sentí como mi vagina se abrió para darle pasó a su enorme pene.
    
    No me dio tiempo a pensar. Volvió a echar hacia atrás sus caderas, sacando su pene de mi interior.
    
    ¡Plaf!
    
    Me la volvió a meter toda, mi vagina palpitaba, moría de vergüenza.
    
    - ¡Aah, dios mío! - gemí sufriendo un precoz orgasmo, no podía ser cierto.
    
    - Jajaja, te gusta mi verga negra. Rubia golosa. A gozar.- muy excitado comenzó a mover sus caderas repetidamente de atrás hacia adelante.
    
    Yo estaba perdida en el placer, aún estaba teniendo mi orgasmo mientras el negro me embestía con una fuerza feroz.
    
    - ¡Aah! ¡aah! ¡yaaa! - gemía llena de placer, mis nalgas aplaudían fuerte por cada una de sus metidas. Me moría de placer.
    
    Era una sensación única, como hombre nunca sentí tal placer. El sexo como mujer era de ensueño, jamás pensé que se podría sentir tanto placer.
    
    - Hmm tan rica y apretadita.- decía gruñendo de placer.
    
    - ¡Que rico!- decía extasiada, la cama rechinaba y el respaldo de la misma chocaba fuerte contra la pared.
    
    - Eres mía ahora, menos mal me llegó una vecina rica para coger a diario. Las otras viejas están bien feas. - me decía convencido de que yo me dejaría follar más veces.
    
    No le respondí, seguí disfrutando de la deliciosa sensación de su cabezota al entrar bien profundo dentro de mi vagina.
    
    Ya no pensaba en mi pasado como hombre, la vergüenza ya no existía. Ahora era una hembra siendo embestida por un poderoso macho negro.
    
    - ¡Sí! ¡Sí! ¡Así por favor! - ahora exclamaba de placer, ya no ocultaba lo mucho que me gustaba ser penetrada por él.
    
    - Hmm ¡sabía que te encanta la verga! ¡Toma esto! - llevo sus manos a mi cabello y comenzó a jalar de él como si fuesen riendas de un caballo.
    
    Me la metía cada vez más rápido, tuve un nuevo orgasmo. No entendía si era normal tener un orgasmo tan seguido del otro.
    
    - ¡Sí! ¡Delicia, tu verga es una delicia! - le decía ya vuelta loca de tanto placer.
    
    Él me ...
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