1. Al final me descubrieron, empiezo a liberarme (Parte II)


    Fecha: 29/07/2019, Categorías: Gays Autor: Don Carlitos, Fuente: CuentoRelatos

    ... fue preparado con amor por las manos de mi adorable esposa.
    
    La mañana se presenta muy soleada, pronto nos recoge el vehículo 4 x 4 que nos llevara a las faldas de la fabulosa montaña, la idea es recorrer unos 10 Km, en sentido horario para tratar de recorrer todo el contorno inferior del Cotopaxi, el camino está plagado de piedras, arbustos pequeños que dificultan el transitar, en fin a eso venimos. Laura al final del día esta extenuada, adolorida, no puede más, decide recostarse y descansar.
    
    Al día siguiente aparecen los dolores en mis piernas, en mis nalgas gracias a uno o dos caídas sufridas en el trayecto, trato de aliviarme con remedios caseros pero pienso que lo mejor es recibir un buen masaje.
    
    Decido acudir a Pedro, ya conozco la clase de masajes que me puede brindar, me da cita para dos horas después de la llamada, justo a las 16 h de un lunes cualquiera, el G.P.S. hace su trabajo y en menos de 13 minutos estoy a las puertas de la sala de masajes, mi ingreso es autorizado por la ayudante de Pedro, una hermosa morena de ojos vivarachos, tan pronto estoy en la sala de espera puedo observar un cuadro dibujado en carboncillo, son dos hombres el uno es Pedro y el otro es una incógnita a resolver.
    
    Me llama la atención la elegancia, la amplitud de las instalaciones, el aseo de toda el área, todo bien ordenadito, cada cosa en su lugar y un lugar para cada cosa, en la pared lateral puedo ver esculpido en alto relieve el logotipo que Pedro lo tiene en su mandil y en la sabana que uso para proteger la camilla.
    
    Pedro no es atractivo físicamente, pero es un maestro con sus manos, el masaje anterior cumplió con su objetivo, mis piernas quedaron libres de dolor, sexualmente me llevo a las nubes y más allá, un metro con setenta centímetros, un tanto gordito, olor agradable, barba recortada bien mantenida describen adecuadamente al único masajista que conozco, pene normal que funciona adecuadamente es la mejor descripción que puedo hacer de Pedro.
    
    La cama para masajes está ubicada en un área reservada de su consultorio, es una camilla moderna, con tan solo aplastar el botón adecuado se eleva, dividida en tres partes totalmente independientes se mueven a voluntad del operador facilitando el trabajo de la persona que brinda los masajes. Su color es verde turquesa, tiene una gradilla para facilitar el acceso de personas pequeñas a la misma, el olor proviene de un humidificador estratégicamente ubicado, puedo distinguir un aroma a canela con sándalo sin lugar a equivocarme. Una banca amplia para facilitar desvestirse, roperos verticales a diferentes alturas dependiendo de la talla del cliente, todo bien pensado y ejecutado con un fino gusto.
    
    Procedo a desvestirme, cuando escucho una voz que me dice totalmente desnudo por favor, esa orden hace que mi mente recuerde todos y cada uno de los detalles del masaje anterior, al acostarme boca abajo sobre la camilla me coloca varias compresas calientes que de seguro facilitan el trabajo sobre los ...