1. Al final me descubrieron, empiezo a liberarme (Parte II)


    Fecha: 29/07/2019, Categorías: Gays Autor: Don Carlitos, Fuente: CuentoRelatos

    Las relaciones con Laura, mi esposa, mejoraron notablemente después de ser descubierto con Pedro el masajista, probablemente el pensamiento de que puedo tener relaciones con otra persona le hizo cambiar de actitud, ahora se muestra más complaciente, su erotismo ha pasado de negativo a positivo.
    
    Laura es una mujer de 1,62 metros, su peso debe ser muy cercano a los 68 Kilos; peso y estatura que le convierten en una rica flaca, su pronunciado pompis es la envidia de cualquier mujer y provocan lujuria en cualquier macho que le gusten las mujeres delgadas, su busto es agradable ni mucho ni poco, aún mantiene sus pechos levantados desafiando a la gravedad.
    
    Después de muchos años de casados empezamos a disfrutar del sexo anal, ha sido un bálsamo para salvar nuestro matrimonio, ahora nuestra relaciones sexuales son más intensas y con mayor frecuencia. Recuerdo que el calendario señalaba viernes, esa noche salimos a cenar en un restaurante muy elegante de la ciudad, para que señalar el menú, tan solo disfrutamos la velada, una o dos copas de vino tinto Merlot actuaron sobre Laura, la noto más libre, más excitante, al regresar a casa me pide que por favor la lleve a la próxima farmacia.
    
    Nos podemos cómodos para ir a la cama, miro de reojo la mesita de noche que utiliza mi pareja, guantes de látex, un tubo de lubricante. No lo puedo creer pero estoy seguro que me pedirá cambio de roles mientras hacemos el amor.
    
    Las caricias preliminares ponen los pezones de Laura apuntando al cielo, su cuerpo se estremece, me dice papito ahora te voy a penetrar bien rico, y tan solo te pido que pienses que estas con un hombre, se calza los guantes, me unta lubricante en la entrada anal, hace lo propio con sus dedos, me pide que me ponga me acueste boca arriba y que levante mis piernas para dejarle el mil arrugas a su disposición, primero un dedo, supongo que el índice lo introduce lentamente, siento llegar al cielo sin haber comprado boleto de avión, me besa intensamente, al oído me susurra, te gusta ser maricón verdad?
    
    La calentura no me permite contestar nada a Laura, tan solo siento que saca su dedo de mi apretado culito para juntarlo a otro dedo, de seguro el dedo medio y sin tener ninguna compasión me introduce los dos, no en forma violenta, pero tampoco lenta, empieza a moverlos en círculos pequeños, mi excitación no aguanta más, ahora mismo los mueve en vaivén los mete y los saca, tan solo puedo abrazar a Laura y disfrutar de este momento, justo en el clímax de la excitación saca los dedos de mi palpitante culito y ahora ya no es uno, no son dos, son tres dedos los que me introduce Laura, me caben perfectamente, el vaivén es interminable con cada entrada y salida siento que estoy próximo a terminar.
    
    Laura saca intempestivamente sus dedos de mi dilatado culito, y me dice estoy lista para que me penetres papi rico, se ubica en el filo de la cama, levanto sus piernas y de una sola todo mi pene es succionado por la húmeda vagina de mi esposa, es ella ...
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