1. El hombre quieto


    Fecha: 26/07/2019, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... presencia táctil me tenía en su poder, para darle a entender que no me interesaba el hombre dormido sino el miembro despierto. Lo acerqué lo que más pude a mis ojos y puedo asegurar que ese miembro maravilloso me miraba con su pequeño ojo oscuro en el centro de su cabeza . Algo me quería decir .Acaricié esa cabeza gigantesca con mi lengua humedecida , lo bañe entero con mi saliva hasta que reluciera , me recorrí el rostro con él. Estaba quemándome en el centro mismo de la hoguera y en ese momento decidí que no me clavaría con él , como me lo pedía Gloria , que no lo llevaría a mi ardiente y palpitante vagina porque él merecía un homenaje más sublime que brindarle mi historiado conducto .
    
    Entonces abrí la boca para recibirlo y lentamente fue llenando todo mi espacio, mi lengua fue relegada hacia un costado porque él me ocupaba entera , lo sentía palpitar contra mi paladar, las mandíbulas me dolían por el esfuerzo de mantener la boca tan dilatada para poder contenerlo . Traté de formar con mi cavidad bucal una especie de tubo ancho y generoso y cuando lo hube logrado comencé a subir y bajar como si toda yo me hubiese transformado en una vagina pensante . Sentía su grosor invadiéndome , abriéndome , forzándome en el límite de mi capacidad bucal . Eso era lo que yo quería desde que se lo descubrí y me agitaba entera .
    
    Sentía la pelvis de Gloria apegada a mis nalgas restregándose , mojándome , porque mi espectáculo la había reactivado. Yo estaba completa y tenía en mi mano aún unos diez centímetros de su miembro ardiendo , cuando lo sentí agitarse.
    
    Cerré todos los intersticios porque no quería perderme nada de su líquido regalo , sentí la primera descarga caliente y la dejé escurrir por mi esófago , quemándome con esa corriente espesa , tragando ahora todos sus sueños .Las siguientes descargas fueron el paroxismo porque lo sentía latir junto conmigo . y cuando la última gota me anunció su descanso un estremecimiento me recorrió el cuerpo y lo acuné entre mis labios con ternura al tiempo que la experta lengua de Gloria ,desde rato recorriendo mis rincones , recibía mi fenomenal orgasmo.
    
    Por primera vez levanté la vista en los últimos diez minutos para ver el ojo derecho de Fernando completamente abierto.
    
    El , no se había movido . Ese fenómeno era algo que yo...de alguna manera tendría que investigar. 
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