1. El Ascensor: Anécdotas De Adolescentes Claustrofóbicos – Alexander


    Fecha: 25/07/2019, Categorías: Gays Sexo en Grupo Sexo con Maduras Autor: PSVAndres31, Fuente: SexoSinTabues30

    ALEXANDER
    
    Mi nombre es Alexander y tengo 25 años, esto sucedió cuando yo tenía 10 años.
    
    Mis padres son personas muy importantes, mi padre es un conocido político y mi madre es una socialité, siempre está en cada reunión importante tratando de buscar apoyo político y económico para mi padre, eso hizo que yo fuese criado prácticamente por mis empleados.
    
    Magdalena es mi nana, Beatriz es mi chef y nutricionista, Carola y Doménica se encargan del asesoramiento psicológico y pedagógico, Alfredo es mi chofer y los hermanos Vicente y Hernán son mis guardaespaldas.
    
    Hay otras personas que trabajaban en el pent-house donde vivo, pero ellos no tenían mucha comunicación conmigo.
    
    Nos centraremos en las 3 personas que cambiaron mi vida para siempre y me enseñaron lo que es la felicidad.
    
    Alfredo Díaz es un joven de 22 años, mulato, originario de Ecuador.
    
    Vicente y Hernán Castro, gemelos vitelinos, 34 años, negros, originarios de República Dominicana.
    
    Todo empezó un lunes al volver de las clases especiales de piano, yo siempre estaba acompañado de Vicente y Hernán, mientras que Alfredo me recogía en mi departamento y me dejaba en la puerta del mismo, todos los días en los diversos horarios de mi agenda.
    
    Como nunca, al subir a uno de los diversos ascensores del edificio solo estábamos los tres, se me hizo un poco extraño, pero agradecí que no compartiéramos ascensor con nadie más, soy claustrofóbico y compartir con muchas personas un espacio tan cerrado como un ascensor, es algo que no disfruto, lo único que me mantiene calmado es que me abrazo a las piernas de uno de los tres hombres que casi siempre están conmigo y restregó mi carita en sus bultos, sé que no debo hacerlo, pero como estoy nervioso y asustado, no es algo que ellos me impidan hacer. Sé que me gustan los hombres como ellos, altos, morenos o negros, con cuerpos bien construidos y rostros varoniles, podría decirse toscos. Pero ese es mi mayor secreto, no se lo he contado a nadie, ni a mi psicóloga, además sé que nunca podría hacer algo con ellos y ellos nunca se atreverían a hacerme algo, o bueno, eso es lo que yo pensaba, hasta ese día en el que todo cambió.
    
    El ascensor empezó a subir y al llegar al piso 12, el ascensor se detuvo y junto a él mi corazón, no podía creer que el ascensor se había detenido y yo estaba encerrado en un doceavo piso en un espacio tan pequeño con otras tres personas.
    
    Víctor me dio un grito que me hizo temblar todo el cuerpo, pero por la sorpresa de su grito, me quedé en completo silencio.
    
    Fui hasta donde estaba Alfredo, aunque no dejaba de temblar, apenas estuve a la altura de su hermoso bulto, él agarró mi cabeza y muy suavemente comenzó un vaivén de caderas mientras restregada todo su bulto por mi pequeño rostro. Eso me calmó de inmediato, sentir su olor y ese abultamiento que se sentía que iba creciendo calmó todos mis nervios y me transportó a grandes espacios abiertos.
    
    Alfredo me apartó de su bulto, pero yo gemí sintiendo temor de ...
«1234...7»