Adicta a tus labios-Capítulo extra- 1ra parte - Relatos Eróticos

Adicta a tus labios-Capítulo extra- 1ra parte

... fuente, indicando que el embarazo había llegado. Cuando llegó al hospital, se encontró con la noticia de que su novia tardaría en llegar, pues estaba defendiendo un caso en el tribunal y muy a su pesar, no podía escabullirse como solía hacerlo en sus clases. Sin embargo, cuando estaba en labor de parto y tras su último empujón, llegó Martha con un semblante que variaba entre estar alegre y un poco nerviosa, pues había llegado el momento que ambas habían deseado por mucho tiempo. El estridente llanto de aquel recién nacido dio a conocer a las personas que estaban dentro de aquella sala y de los que se encontraban por fuera, que el niño deseado por aquellas mujeres había nacido.

Las felicitaciones no se hicieron esperar por los conocidos de ambas, pero en especial por Luisa, quien era como una madre para Martha. Todos estaban completamente fascinados por el nuevo integrante de la familia, aunque la que más emocionada estaba era Andrea, pues hace mucho había manifestado sus deseos de ser la madrina de ese bebé, demostrando que podía tener manera con los niños, así se esforzara en decir que no la tenía. La vida cambia minuto a minuto y Natalia, era fiel creyente de eso, por eso le encanta disfrutar de todo lo maravilloso que le daba la vida, sin pensar excesivamente en lo que haría dentro de un rato o mañana; así tuviese una agenda repleta de actividades cada día, porque ella valoraba lo que tenía y lo que había construido junto a su novia. Una novia que seguía conservando su cabello largo al estilo ashy blonde. Apartó aquella taza de café que tenía entre sus manos y observó aquella fotografía que reposaba en su mesa de noche, con sus ojos cargados de ternura y sintiendo un profundo agradecimiento por todo aquello que le había brindado la vida, deposito un beso. Plasmando su inmenso amor por esas personitas que le hacían sonreír diariamente.

Natalia se incorporó de la cama un poco más animada, pues aquella sustancia la había despabilado del todo y decidió darse una ducha caliente para relajar los músculos. No estuvo ni quince minutos bajo el agua, cuando sintió que era momento de salir, pues quería prepararle una especie de sorpresa a su novia, tal como hace rato no lo hacía. Una vez que se había colocado una ropa cómoda, guío sus pies a la cocina y comenzó a preparar algo ligero, mientras encendía la chimenea para a climatizar el ambiente. Hace más de un mes, habían entrado en la época de invierno y las altas temperaturas hacían de las suyas, llevándola a permanecer todo el tiempo con una chamarra para no congelarse. Cuando se disponía a servir unos calabacines rellenos de pollo que había cocinado, sintió como su chica entraba por aquella puerta embozando una sonrisa contagiosa, una sonrisa que ella misma se encargó de sabotear al tomarla por la cintura y darle un beso apasionado.

—Vaya, si me vas a recibir así cada que salgo con nuestro hijo, tendré que hacerlo más a menudo —expresó Martha, al separarse del beso.

—Podría ser, uno nunca ...