1. El fetiche de mi vecina (2)


    Fecha: 26/11/2022, Categorías: Fetichismo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... estaba dilatado, supongo que habría jugado en la ducha. Ella movía sus caderas insinuándose ante mí. Mis manos temblaban por llegar hasta mi verga y masajearla, pero quería ver hasta donde me llevaría ese juego. Laura se quitó una de las medias y se acercó hasta mí, me besó suavemente en los labios y fue agachándose lentamente hasta llegar con su boca a la altura de mi polla. Me preparé para recibir una buena felación, pero no fue así. Introdujo mi erecto miembro dentro de la media y comenzó a masajearme despacio, muy despacio. Mi vello se erizaba ante la sensación que aquella media ejercía sobre mi falo, la suavidad a lo largo de todo el tronco y como la fina tela ejercía de tope ante mi capullo cuando Laura me recorría hasta el final.
    
    Después de unos minutos, se levantó y mientras me besaba consiguió llevar mis brazos hacia atrás y me ató fuertemente con la media.
    
    Sube la pierna a la mesita…
    
    Así lo hice, coloqué mi pie sobre la mesita delante del sofá mientras el otro seguía en el suelo. Laura volvió a agacharse delante de mí y entonces sí que comenzó una ardiente felación. No quería que llegara aún al final y por eso lo hacía muy despacio. Con una mano recorría mis huevos que estaban expuestos por la postura, y de vez en cuando deslizaba un dedo hacia mi ano, que se cerraba juguetón. Mi verga estaba muy dura, y yo quería acabar cuanto antes. Laura siguió mamándome unos minutos, y cuando ya me tenía vencido paró en seco. Se levantó y se puso a cuatro patas sobre el sofá, dejándo su culo para mí, a pocos centímetros de mi capullo. Yo no podía más y me acerqué, apreté mi polla contra su dilatado agujerito, pero no podía entrar. Ella me ayudó, con una mano por debajo de sus piernas, agarró el tronco de mi verga y apuntando bien, lo colocó donde debía estar. Empujé como una bestia, quería acabar, quería correrme dentro de ese culo, quería follarla como nunca he follado. Mi polla entró de golpe, a la fuerza, me dolía, su esfínter se resistió pero una vez traspasado su anillo mi verga disfrutaba de el calor y la sensación de algún lubricante que ella previamente se había puesto. Laura soltó un gemido de dolor, entré demasiado fuerte y rápido. Comencé a bombear con furia, sudaba como un perro, jadeaba como un animal, Laura gemía y se masturbaba ante mí. No aguante mucho, la sola imagen de mi miembro entrando y saliendo de aquella forma tan primitiva de su culo me excitaba y cada gemido de dolor o de placer, no lo sabía, me hacía empujar más fuerte. Mis huevos golpeaban contra su mano que daba placera su coño. Aceleré aún más mis empujones y me corrí con un fuerte grito. Ella movía las caderas como pidiéndome que siguiera, pero yo no podía más. Tardó unos segundos aún con mi polla dentro en correrse ella. No fue un orgasmo tan intenso como el anterior, pero creo que quedó satisfecha. Me separé de ella y comenzó a salir mi semen de su culo. Aquella visión aún me excitó, su ano enrojecido y dilatado, con mi leche saliendo de él.
    
    Muy bien ...