1. Mi hija y la doctora.


    Fecha: 23/11/2022, Categorías: Dominación / BDSM Lesbianas Autor: nataliaorosco22, Fuente: SexoSinTabues30

    ... boca, que la galena bebió sin desperdiciar una sola gota. ¿Te gustó? preguntó la mujer saboreando ese néctar. SII, MUCHO, respondió mi hija con su respiración agitada. La doctora en silencio camino hacia ella, y ayudándole a ponerse de pie, la llevó hacia el interior de su consulta. Ya adentro, se miraron y con una tierna sonrisa Mónica terminó de desnudar a mi Renne, para luego ella también quitarse la ropa; mi hija miró el cuerpo desnudo de la mujer, Mónica a pesar de cincuenta y tantos seguía teniendo sus pechos firmes con pezones oscuros, una cintura pequeña, con caderas bien marcadas, la doctora sin dejar de mirarla, camino hacia ella, y poniendo sus manos en los hombros de mi hija la recostó en el sofá, para besar y acariciar su cuerpo. Lentamente los labios de la doctora, comenzaron a bajar por la piel de esa niña, hasta llegar a su lampiño sexo. AHHH, AYYY, AHHH, gimo mi hija al sentir como esa mujer le devoraba literalmente su vagina. Después de unos minutos, los labios de doctora subieron por cada rincón del cuerpo de la niña, para luego unirse en un profundo beso, sin apuro y como comprendiendo que era su turno, la pequeña comenzó a chupar y lamer esos oscuros pezones, para luego bajar hasta llegar al depilado y maduro sexo de la doctora. Ahhh, bebe, gimió la mujer al sentir como esa infantil lengua recorría suavemente los pliegues de su vagina. Ayy, assiii, bebee, aassii, repetía la mujer mientras le acariciaba sus cabellos. Yo sin dejar de masturbarme, miraba fijamente la pantalla, con mi hija practicando sexo oral. Fue entonces que escuchó a la doctora que con voz temblorosa decía; Cariño tengo una sorpresa para vos. ¿QUÉ ES? preguntó la niña sin levantar su cabeza de la entrepierna de la mujer. Algo solo tienes que tener los ojos cerrados, respondió Mónica sentándose en el sofá. Mi hija, que estaba boca abajo, se arrodilló, la miró sonriente y sin decir nada con sus labios húmedos por los fluidos de mi amiga cerró sus ojitos. La doctora se estiró hacia la cabecera del sofá, y metiendo su mano detrás de un almohadón, vi como sacaba un pote de plástico, y dos juguetes, que reconocí de inmediato, uno era un aceite para masaje, mientras que los otros eran, unas cuentas tailandesas y un cinturón con un consolador en forma de pene (lo que conocemos como strapom) de unos 18 cm de largo por 6 cm de grosor de color rosa. Mónica tiernamente recostó boca abajo a la pequeña, y destapando el pote con los dientes, dejó caer un chorro de aceite sobre las nalgas y espalda de mi hija. Lentamente las manos de la doctora comenzaron a recorrer el pálido cuerpo de la niña, desde sus hombros hasta perderlas dentro de sus nalgas. AYY, AHH, NNOO, MEE DUELEE, DEESSPAACIIOO, dijo la pequeña al sentir como uno de los dedos de la galena, intentaba introducirse dentro de su virginal ano. Tranquila, bebe, solo disfrútalo, comentó la mujer venciendo la resistencia de su esfínter. La doctora después de esperar unos segundos, retiró su dedo, y tomando unas cuentas ...