1. Mi hija y la doctora.


    Fecha: 23/11/2022, Categorías: Dominación / BDSM Lesbianas Autor: nataliaorosco22, Fuente: SexoSinTabues30

    Mi hija y la doctora. Por nataliaorosco
    
    Esta historia 100% real sucedio cuando decidí satisfacer la curiosidad de mi hija.
    
    Ya habían pasado unos días de nuestro encuentro con mi hija, y como les dije nuestra relación se había fortalecido, al punto que en nuestras charlas, frecuentemente salía el tema de cómo sería estar con otra persona. Yo solo la escuchaba, sonreía y no decía nada, debo decir que inconscientemente me negaba que esté con alguien más que no sea yo, sin embargo, tengo que admitir que la idea lentamente fue ganando terreno, hasta que un día después de una sección de sexo comente, Bueno dime, ¿Y con quien te gustaría estar? Mi hija me miró y con la cara roja de vergüenza respondió, AY NO SÉ MAMÁ. ¿Cómo que no sabes? tu eres la de la idea, dije mirándola a los ojos. ES QUE NO SE, DIME TU, comento con los mirando sus pies. Mira lo que pides es complicado, nadie tiene que intente decir, pero ella me interrumpió con un «YA SÉ NADIE DEBE SABER. Si eso, además no conozco a nadie, pero podemos ver, dije mintiendo. BUENO ESTÁ BIEN, comentó en tono pesado. Mira ya no eres una niña así que un día vamos a ir a la ginecóloga para que vea que todo está bien ahí abajo, dije mientras tocaba su paloma. Mi hija sonrió y sin decir nada levantó los hombros sin darle importancia. Así que esa misma tarde con la excusa de ir al súper fui a ver a mi «doctora» para contarle lo sucedido, lo cierto es que después de escucharme preguntó; ¿A ver si entiendo quieres que tenga relaciones con tu hija? Mmm, sí, claro que ella no debe sospechar nada, dije algo incomoda. Mónica me miró, y con un destello en sus ojos exclamó; Bueno, si eso quieres, las espero este sábado a las 9:00 de la mañana. Al llegar a casa le conté a mi hija que teníamos turno en la ginecología; ¿TENGO QUE IR?, preguntó algo molesta. Sí, es necesario, porque ella te dirá cómo cuidarte y cómo cuidar de tu zona íntima, dije acariciando su cabeza. PERO TU DIJISTE QUENADIE DEBÍA SABER LO QUE HAGO, comentó mirándome a los ojos. Mira existe la confiabilidad paciente doctora, por lo que ella no puede decir nada, dije sin desviar la mirada. Se quedó callada y después de unos segundos pregunto; BUENO, ¿CUANDO TENGO QUE IR? Para este sábado a las 9:00, dije sonriendo. El día llegó, después de dejar a mi marido y a mi hija más chica, en la casa de mis suegros, nos dirigimos al consultorio de mi amiga, ginecóloga y amante. Ya adentro Mónica (así se llama mi ginecóloga) miro a mi hija y en tono amable le preguntó si quería que yo esté presente. Mi hija me miro para luego mover la cabeza negativamente. Bueno, Natalia llevará un tiempo así que para que note aburras puedes ir afuera a ver unas revistas, o ir supermercado, dijo Mónica con una sonrisa en los labios, mientras me sacaba del consultorio, para luego llevarme a una sala privada, donde encendió con dos televisores, que me mostraba uno su consultorio y el otro un privado con un sofá que yo conocía muy bien. Mónica me beso y cerrando la puerta ...
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