1. Diario de confinamiento (11)


    Fecha: 21/07/2019, Categorías: Incesto Autor: reybaco2005, Fuente: SexoSinTabues30

    ... y seguí sin encontrar ningún signo de ropa interior. ¿era posible que mi hermana estuviera completamente desnuda debajo de su camisolín? ¿Cuáles serían las intenciones de mi hermana para esta noche?, ¿serían las mismas que las mías? Sonia se dio cuenta de que no podía encontrar su prenda íntima y separándose de mis labios me dijo al oído:
    
    – No tengo nada debajo, es mi regalo para vos
    
    – Mmmmm, le volví a meter la lengua en la boca al tiempo que mi mano acariciaba la parte trasera de su pierna y subía hacía la redondez de su cola comprobando que estaba completamente desnuda debajo esa única prenda
    
    – Mmmm, te gusta mi regalo?
    
    – Me encanta, no puede haber uno mejor
    
    – Mmmm, se me ocurrió recién, me dice ella apretándose fuerte contra mi erección
    
    – Mmmm, vení, le dije para llevarla al sillón
    
    – Mmmm, no, mejor vayamos a tu cuarto, me dijo ella
    
    Mis dudas se iban disipando. La última vez que quise llevarla a mi cuarto, mi hermana no quiso ir. Esta vez fue ella quien lo propuso. Por otra parte, ella deliberadamente no se puso ropa interior debajo de su ropa de dormir y eso algo tiene que significar. Me tomó de la mano y fue ella la que iba caminando adelante. Ni bien llegó delante de mi cama se dio vuelta, y me miró.
    
    – Quiero estar con vos toda la noche
    
    – Mmmm, la besé apasionadamente y volví a recorrer su cuerpo con mis manos.
    
    Era muy excitante tocar la tela de seda de su camisolín y sentir que debajo estaba desnuda. Pasar las mis palmas por esa suavidad satinada y sentir sus redondeces, como así también la erección de sus pezones. Me volvía loco, quería ir por mas, pero a su vez quería que esto no terminara nunca. Empecé acariciándola por los costados de ambas piernas para subir mis manos dibujando la silueta de su cuerpo. Todo en contacto con su piel. La recorrí completamente en su desnudez, pero sin quitarle el camisón aún. Ella por su parte, me besaba cada vez con más pasión. La tiré en la cama y me hundí en sus piernas sin quitarle esa única prenda que llevaba puesta. Ella entendió y abrió sus piernas completamente. Quería garantizarme su primer orgasmo porque estaba muy caliente y no sabía cuánto podría durar yo. Por suerte, ella estaba ya a punto y cuando empecé a recorrer sus labios con mi lengua, mi hermana empezó a gemir y a decirme cosas por demás excitantes
    
    – Si chúpame así
    
    – Mmmm, ¿te gusta?
    
    – Siiii, nadie me chupa la concha como vos…
    
    – Mmmm, volvía a meterme con más profundidad en su cueva
    
    – Aghhh, así siiii, chúpame así repetía ella una y otra vez
    
    No tuve que pensarlo mucho. Yo quería que esto dure todo el tiempo posible, y así iba a ser. Empecé a pasar repetidamente mi lengua por sus labios mayores y saboreando todos sus jugos, que, a esa altura, ya eran muchos. Ella seguía gimiendo y diciendo que le encantaba. Yo demoraba mi incursión en su clítoris para disfrutar más tiempo, hasta que me decidí y fui en busca de su primer orgasmo. Lo que nunca imaginé es que sería tan inmediato. Subí con ...
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