1. Diario de confinamiento (11)


    Fecha: 21/07/2019, Categorías: Incesto Autor: reybaco2005, Fuente: SexoSinTabues30

    ... tomando ritmo para terminar moviéndose con muchas ganas. Jazmín se durmió y mi hermana sin hablar puso sus dos manos en el colchón y abrió más sus piernas para que mi penetración fuera total. Con una mano comenzó a estimular su clítoris mientras yo seguía bombeándola desde atrás. Sus gemidos ahogados eran apenas audibles. Yo me chupé el dedo gordo de mi mano derecha dejándolo empapado de saliva y aun en plena oscuridad lo apoyé en su puerta trasera. De a poco fue cediendo su abertura y media falange ya estaba adentro de su cola. En ese momento acabé con todas mis fuerzas. Mi hermana lo notó y yo noté como acababa ella también. Fue una sensación rarísima y totalmente morbosa. Todo terminó conmigo yendo a la cocina a esperar a ver si salía Sonia, pero nunca lo hizo. Ya cansado me fui a dormir hasta el otro día
    
    Lunes, una semana que empezaba y la rutina del trabajo que volvía. Ese día tenía preparado ir a la oficina, de modo que desayuné temprano y me fui al trabajo antes de que despertara Sonia. Le dejé una nota
    
    SONIA, ME VOY A LA OFICINA HASTA LA TARDE, VUELVO TIPO 7 Y PASO A COMPRAR ALGO PARA CENAR, ESCRIBIME I NECESITAS ALGO EN PARTICULAR
    
    para contarle lo que haría durante el día y salí.
    
    En la oficina, fue un día de rutina y no estaba del mejor de los humores, no sabía porque´. Se acercó una Lucía, una compañera de trabajo a la que ya hice referencia anteriormente, era mayor que yo y me conocía mucho. Vino con una taza en cada mano y me ofreció un té, para preguntarme que me pasaba. Le dije en primer momento que nada y hablando fue saliendo a la luz lo que realmente me sucedía, que no me había dado cuenta. Ella me preguntó cómo estaba en la convivencia con mi hermana, y yo le dije que diez puntos, y que eso no me preocupaba y que en unos días me volvía a mi departamento porque ya regresaba mi cuñado. Ella sin sospechar la verdad dio en el clavo. ¿Vos no estarás angustiado porque estuviste muy bien con tu hermana y no queres volver a la vida de soledad de tu departamento? Sus palabras cayeron como un misil en mí. La pera me empezó a temblar y tuve que contenerme para no largarme a llorar. Ella lo supo y pese a las restricciones impuestas me abrazó tiernamente. Yo me desmoroné y largué un llanto ahogado. Afortunadamente nadie en la oficina se percató de mi situación y pasó.
    
    El resto del día trabajé de manera continua y sin descanso. Era verdad lo que había concluido Lucía, aunque había detalles que ella no sabía. Gracias a Dios el movimiento de trabajo en la oficina era mucho y se me pasó la tarde. A las 6 me estaba yendo cuando recibo un mensaje de Sonia que me preguntaba que íbamos a comer. Yo no tenía en mente nada y se me ocurrió comer algo que a los dos nos gustaba mucho y no comíamos tan seguido. ¿Estas para una tortilla española y unas milanesas? SIIIIII, me contestó, de modo que compré todo y volví al departamento con la alegría de volver a estar con mi hermana y la tristeza de saber que iban a ser los últimos ...