Su fetiche le cambió la vida por completo (7) - Relatos Eróticos

Su fetiche le cambió la vida por completo (7)

... respirar.

Cuando terminé me mandó ir a lavarme y prepararlo todo para cuando él llegara.

Ella apareció en mi habitación y me preparo lo que debía ponerme: zapatos de tacón, unas medias sujetas a un liguero y un vestido de criada francesa. Después me llevó a su habitación para maquillarme.

Me quedé de pie en el dormitorio viendo como se arreglaba para la ocasión. Se había puesto sus botines de tacón fino y una bata negra transparente que dejaba ver su cuerpo sensual y atractivo. Se maquilló y tirando de la correa nos fuimos al salón a esperar que llegara.

Sentada en el sillón con sus piernas cruzadas fumaba de forma muy sensual dejando escapar el humo entre sus labios y usando mi boca para depositar la ceniza. Llamaron a la puerta.

Abrí la puerta y allí estaba él.

Arrodillado le llevé junto a Ella. El tras de mí pudo comprobar mi desnudez.

Ambos compartieron el sofá y con abrazos y besos se encontraron. Eran unos abrazos que recorrían su cuerpo, sus pechos, todo su cuerpo y yendo acompañados de exaltaciones por la belleza de mi Señora.

Tomé la botella y me fui a la cocina para abrirla. Después preparé la mesa y cuando todo estuvo preparado….

Les acompañé a la mesa y les atendí de la mejor forma posible. Yo mientras coloqué mi bol junto a los pies de mi Señora.

A una señal les iba acercando el bol donde iban escupiendo comida y salivazos así como la ceniza y restos de sus cigarrillos.

Mientras tomaba las sobras de sus bocas en mi bol se fueron al sofá y Roberto se dedicó a besar y desnudar a mi Señora. Al terminar me acerqué a ellos.

Mientras ellos seguían con sus abrazos y besos desabroche el pantalón de Roberto y extraje su polla. Estaba muy mojada y llena de flujo así es que primero la olí (su olor era una mezcla de orina, sudor y flujo) para después ir pasándole la lengua de abajo a arriba deteniéndome en su glande que aprese con mis labios dándole unas fuertes chupadas.

Nada más oír esto un bofetón cruzó mi cara.

La fuerza del bofetón hizo que la polla escapara de mi boca mientras los miraba. El se levantó y sentándose en el sofá hizo colocar a mi Señora sobre el.

Desde el suelo y arrodillado tras ellos pude ver como la penetraba entrando y saliendo de su coño y estando impregnada de un flujo blanquecino de su coño.

Los gemidos eran cada vez más fuertes hasta que un grito de ella hizo que se detuvieran abrazados. Roberto la echó a un lado y me pidieron un cigarrillo.

Primero a Ella y luego a él introduje mi cara entre sus piernas para lamer y limpiar sus genitales. Al terminar mi Señora se levantó del sofá.

Echado por completo en el suelo vi como se colocaba en cuclillas sobre mi boca para con pequeñas contracciones ir dejando salir toda la leche de la corrida de Roberto. Era espesa, de color blanco, con un sabor que no sabría definir. Iba cayendo en mi boca y tragándolo todo. Cuando terminó se frotó sobre mi cara dejándome todo impregnado de ella. Se fue nuevamente junto a él y terminaron ...