1. Placentero y perturbador verano.


    Fecha: 19/07/2019, Categorías: Incesto Autor: Keep_Calm_and_ Read, Fuente: SexoSinTabues30

    ... grande, y al mismo tiempo estaba perturbada. Volví a mirar entre la puerta. Esta vez Sofía se puso en cuatro y el perro chupaba su ano, le metía la lengua por su agujerito rosado, y ella gemía muy despacio. De pronto el perro subió a la cama y le vi su pene erecto, se lo acercaba a Sofía a la cara y ella comenzó a lamerlo, casi como una experta de películas porno. Yo estaba totalmente descolocada. Corrí sin meter ruido al cuarto donde me estaba quedando y me masturbé, acabé muchas veces hasta lograr borrarme lo que vi, pero no pude. Me cuestioné si lo había soñado, pero al rato escuche a su perro salir de su cuarto e irse a su cama. Era ya de madrugada y nadie despertaba aún. Yo no había podido dormir en toda la noche, porque estuve masturbándome. Me levanté sigilosa, y fui en dirección hacia el perro, me aseguré que nadie viniese, metí mis dedos en mi interior y acerqué mi mano a la nariz del perro, de inmediato comenzó a lamer desesperado.
    
    Yo iba con camisón y sin bragas. Y acerqué mi vulvita a Félix, comenzó a comerme el coño, su lengua era grandísima y muy húmeda, tenía buena elasticidad y movimiento. Se notaba que tenía práctica. Yo estaba en el cielo, sentía demasiado placer, su lengua rozaba mi clítoris y lo levantaba con su fuerza, eso me volvía loca. Me chupó por unos minutos y de repente noté que se estaba posicionando para penetrarme. Yo lo quería detener pero era fuerte y yo estaba muy caliente, hice intentos fallidos de detenerlo y se acomodó sobre mi y sentí su pene canino intentando entrar a mi vagina, sentí la punta entrar y lo aparté.
    
    – Sale perro, ¡Quítate! – dije en voz baja.
    
    Corrí a mi cuarto nuevamente y el perro me siguió, se puso a ladrar y gruñirme. No tuve otro remedio que agacharme acariciarlo y soportar sus lamidos de nuevo, admito que la situación me calentaba mucho, el perro me estaba forzando a realizar el coito con él. De repente sentí que la puerta se abrió mientras yo estaba siendo lamida por Félix. Era mi tío.
    
    – Vaya sobrinita, veo que te has estado divirtiendo esta noche… Estás muy caliente no? Yo me acomodé la ropa y me levanté del suelo, muerta de vergüenza. – Tío, no es lo que piensa, el perro entró y comenzó hacerme esto. Me gruñó. Tuve miedo. Yo… Yo… – Shhhh… tranquila, yo te entiendo- dijo en voz baja acercándose a mi- Si quieres ayuda sólo tienes que pedirla. Tomo mi mano y la acercó a su miembro, estaba totalmente erecto. Y sentí mojada la punta por encima de su calzoncillo. – Tío…Yo… No se que está haciendo… esto está mal…- tartamudeé, tuve pánico. – Tranquila sobrinita, yo se que quieres esto y no te lo voy a negar. Eres adolescente, estas pasando por esas falta de sexo y placer. Tu tranquila, yo me encargo de todo.
    
    Levantó mi camisa y me dejó desnuda, miré al perro que estaba jadeando con la lengua afuera, y se acercó a mi vulva a penas me vio sin prenda alguna.
    
    – Hey Félix, tranquilo perrito, yo igual quiero probar esa exquisitez, se ve que te gusta no?- dijo mi tío dirigiéndose al ...