1. Escapada a la montaña con mi madre (XII)


    Fecha: 17/07/2019, Categorías: Incesto Autor: Edipo14_, Fuente: CuentoRelatos

    Se acercaba la hora de cenar, pero mi cabeza solo podía estar en un sitio, con la misma idea rondando una y otra vez. Las dudas comenzaban a asaltarme, y no eran pocas precisamente. Sí claro, por un lado la idea de ver a mi madre en medio de un gangbang, rodeada de tíos usándola como un juguete sexual... Dios, escrito sé que suena horrible, pero muchos me comprenderéis cuando digo que hay como un morbo especial en eso. Obviamente yo respeto a mi madre con toda mi alma, y es la única persona en el mundo por la que daría mi vida (lo siento papá). Y vamos, sobra decir que no podría soportar ver a alguien tratándola mal. Contradictorio, pensaréis algunos. Y no os falta razón claro, pero precisamente esa es la gracia.
    
    En el sexo mientras todo sea consensuado y hablado de antemano por ambas partes, podríamos decir que todo vale, y el tratar en la cama de forma dominante a una persona a la que en el día a día respetas a más no poder, eso queridos amigos, es una de las magias del sexo. La cosa son los contrastes, por ejemplo, mirad el caso contrario, el de mi madre. Es una madre, con todo lo que ello conlleva, es decir, una mujer que vela por su familia, pero que ante todo es una figura de autoridad inamovible. Y sin embargo ahí la tenéis, rogándole a su propio hijo que se la folle duro y pidiendo prácticamente a gritos que este mismo la someta, convirtiéndola así en un mero juguete sexual.
    
    Obviamente por esto y por muchas más cosas, la idea de ver como varios tíos la someten de esa manera (además ordenado por mi) era de lo que más cachondo me podría poner en este mundo, pero claro, ¿qué pensaría mi madre de todo esto? Sé perfectamente que ella lo disfrutaría como nadie, pero de la fantasía a la realidad hay un gran paso. Además, el factor fundamental aquí era mi padre, ya que aunque lo que hayamos hecho hasta ahora a ojos de mucha gente pueda parecer lo más horrible del mundo, ir a un bar expresamente a follar con cuantos más tíos mejor es algo quizá demasiado premeditado. ¿Y si al proponerle esto ella se enfadaba y decidía cortar nuestra relación?
    
    Al fin y al cabo era solo una noche la que nos quedaba de vacaciones, y supuestamente una vez regresáramos a casa todo esto debía terminar. Y digo supuestamente porque mi cabeza todavía no quería procesar eso. Ya no solo por el sexo, que obviamente jugaba un papel fundamental, si no por el resto de cosas que lo rodean. Es decir, dejar de dar besos de buenos días... apartar a un lado las caricias y los toqueteos furtivos... En fin, esas muestras de cariño propias de las parejas.
    
    En ese momento escuché como mi madre me llamaba para cenar desde la planta baja. Me había quedado tan absorto en mis pensamientos que ya daban casi las 21:30. Me levanté de un salto de la cama y abrí la puerta completamente decidido. Se habían acabado las comeduras de cabeza, si era cierto que esa iba a ser nuestra última noche en esta retorcida relación incestuosa, tenía que jugármela para que fuera lo más legendaria ...
«1234...17»