1. Tren hotel


    Fecha: 22/03/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... me hizo retorcerme de maravilloso placer. Alcancé el clímax, el primero sin eyacular.
    
    Xose siguió mamándome la verga y yo quería hacer lo mismo. Me acomodé y adoptamos la posición del 69. Su verga era inmensa y con venas alrededor; dura como el acero de los rieles que guiaban nuestro tren del placer; con una gota de miel en su punta, que lamí con dedicación.
    
    Le pedí que me penetrara. No podía resistir no sentirlo dentro mío. Con gran dulzura, se puso detrás de mí, ambos de costado y lubricó con su saliva mi ano, ansioso. Estaba tan excitado que a ratos creía ahogarme. Puso su glande en la entrada de mi ano y comenzó a empujar lentamente. Le pedí que me penetrara de una buena vez, porque sólo quería sentirlo dentro mío. Cuando comenzó a empujar con más fuerza, sentí primero un dolor poderoso; Cuando ya había metido su verga dentro mío, comenzó a moverse y yo a disfrutarlo como pocas veces antes. Sus movimientos iban al compás de los del tren que seguía su rumbo. Me abrazaba fuertemente y sus labios buscaban los míos. Nos besamos y sus manos acariciaban mi pecho.
    
    Comenzó a jugar con mis pezones, acariciándolos, hasta que los apretó y eso me produjo una sensación tan intensa que por primera vez tuve un orgasmo sin eyacular.
    
    Xose seguía moviéndose y me preguntó que dónde quería que acabara. Le pedí que lo hiciera sobre mi cara. Deben haber sido ya las 3 de la madrugada, porque debimos llevar como dos horas de intenso placer. Los movimientos de Xose y sus quejidos se hicieron más intensos, su verga más dura y me dijo:
    
    - Tío, estoy que acabo.
    
    Sacó rápidamente su verga, la busqué con mi cara y comenzó a masturbarse, mientras le acariciaba sus bolas y trataba de meter uno de mis dedos en su ano. Tuvo una contorsión como si se hubiera electrocutado, apretó fuertemente su verga, me desparramó sobre mi cara chorros interminables de su dulce semen y soltó un quejido de profundo placer.
    
    Xose había acabado en mi cara. Seguía masturbándome y lo dejé porque luego quería volver a tener una sesión de placer con Xose.
    
    Decidí ir al lavabo a limpiarme y al salir al pasillo del vagón, descubro al de los billetes que antes nos había guiñado un ojo, con una erección fenomenal y frotándose la verga por sobre sus pantalones.
    
    El muy guarro seguro nos había estado espiando, aprovechándose que a esa hora los demás pasajeros dormían y me preguntó si me podía acompañar hasta el lavabo.
    
    Le miré su paquete descomunal y le dije que sí. Nos fuimos juntos al servicio del vagón y esta historia os la contaré en otra ocasión. 
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