1. Masajes con luces de neón


    Fecha: 06/09/2022, Categorías: Lesbianas Autor: pantera sensual, Fuente: TodoRelatos

    ... dedales metálicos de punta, como si fueran uñas curvadas de águila, supe que eran metálicos porque los pasaba en un pedazo de madera, como afilándolos, me miraba de forma descarada, como adivinando mis medidas.
    
    Le dije “gracias, pero vengo para recibir los servicios del local, no para desempeñarme como masajista”, ella levanto una ceja y se me quedo viendo obscenamente, vi que en el escritorio ella pulso un botón y salieron dos chavas, muy guapas, y dijo por el momento están ellas disponibles, tú decides, después de verlas le pregunte que si ella también hacia servicio, pasando la punta de su lengua en uno de sus labios me dijo “será tan salvaje que una de dos, ya no regresas o te envicias” arañando al mismo tiempo la madera con más fuerza, como le sonreí me dijo “por el pasillo, la última cabina, te desnudas y esperas”
    
    El pasillo estaba bien iluminado, vi el cubículo la puerta era de las que para abrirlas se deslizan hacia un lado, entrando puse mi mochila en una silla, me quite la ropa deportiva, quedando en ropa interior, viendo unas toallas me envolví en una de ellas y me subí en la camilla de masajes acostándome boca abajo, descansando mi cara entre mis brazos cruzados, de repente se apagaron las luces del cuarto se prendió un faro con luces rojas, cerré momentáneamente los ojos, de repente escuche que se deslizaba la puerta, abrí los ojos pero no había entrado nadie
    
    De repente en el lado contrario de la puerta principal con voz enérgica escuche que la recepcionista me dijo “dije que te desnudaras pendeja”, me saco la toalla de un tirón, como me había quedado con el bra y la tanga puestas por la espalda sentí un arañazo y me arranco primero el bra y luego sentí en la cadera similares arañazos y me dijo “desnuda es desnuda maldita perra”, coloque mis manos en la camilla y quise pararme pero con as palmas de sus manos con fuerza me volvió a embrocar diciéndome “estas en mis terrenos puta, y el tiempo que estés acá eres mía perra cachonda”
    
    Se montó en mi espalda poniendo sus manos en mis hombros, sintiendo como si unas garras se me clavaran en mis carnes, gire la cabeza a ambos lados, sus manos enguantadas lucían sus guantes de cuero de gimnasia y en los dedos lucían unas uñas negras metálicas como garras de águila, gemí al sentir la presión y ella dijo “así pendeja” demuestra quien es la puta sumisa” me empezó a masajear los hombros con fuerza, dejando sentir sus uñas en mi piel, ella estaba montada sobre mis nalgas, sentía sus piernas sobre mis nalgas, también sentía algo como un tuvo duro moviéndose en mis carnes
    
    Sus manos manoseaban y apretaban mis músculos bajando por mi espalda, sus garras rozaban mi piel, yo gemía, sentía el aliento de ella, se recostó sobre mi espalda pasándome la lengua en mi cuello, me mordió las orejas, ella se movía haciendo movimientos coitales, en mis nalgas, sus manos pasaron en mi zona lumbar, sus dedos oscos masajearon mis riñones, sus manso bajaron a mis nalgas apretándolas y ella se recorrió ...
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