1. Una historia con la Vania


    Fecha: 08/07/2019, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Todo empezó con un saludo desde el face, ella me reconoció de la escuela de hace muchos años, me fue contando como se casó y tuvo unas hijas,... Ella se llama Vania de Cancún de 1.60, de enormes pechos, muy carismática, yo de la misma edad que ella Roberto.
    
    Pasando las semanas me fue confesando que su matrimonio estaba todo mal, el inclusive se iba a ir de viaje a trabajar muy lejos y empezamos a vernos, nuestro primer encuentro fue una noche donde nos vimos cerca de su casa, nuestra reacción fue abrazarnos con fuerza y danos un apasionado beso que duro unos minutos, en ese momento supimos que esto escalaría llevándonos a lugares y momentos únicos.
    
    Había pasado un año desde entonces e iba a visitarla a su casa de manera frecuente en las noches, ella siempre cuando la veía, estaba con un vestido corto o una blusa escotadisima mostrando sus enormes atributos y un shorts cortisimo, después de pasar un rato se iban a dormir sus hijas y justo en ese momento es cuando empezaba nuestro momento... Ella siempre me miraba con una mirada llena de perversión y yo sentado en la sala me quedaba esperándola, se acercaba, se ponía encima de mi y empezábamos a bersanos con tanta pasión, con tanta energía como dos locos deseos del sexo, ella siempre anda sin nada abajo, solo lo que tenía encima así que, ella siempre empezaba comiéndose mi verga, de tal forma que terminaba siempre mega batida, la leche que me sacaba le escurría por los labios y le llegaba hasta los pechos, manchados, después de ponermela bien dura, la acostaba en el sillón y le empezaba a dar unas mega mamadas en la panocha, siempre me esperaba a que ella se viniera hasta dos veces de puro mamarsela, hasta que ella pedía a gritos que le metiera la verga, se desesperaba tanto, loca de deseo por metérsela,... Cuando empezábamos a coger, gemía con locura una y otra vez, aveces estaba encima de mi y parecía que estaba cabalgando un potro desbocado y aveces la ponía de a cuatro, la agarraba de sus largos cabellos con una mano y la otra le apretaba con fuerza sus pechos o la agarraba del cuello dándole unas envestidas tanfuertes que se escuchaban por toda la casa, el golpeteo de sus nalgas contra mi cuerpo, una y otra vez, en varias ocasiones... Cuando se venía con ganas, me gritaba que no dejará de cogerla... Se venía una y otra vez con la verga bien adentro... Normalmente durabamos hastab1 hora, cambiabamos de varias posiciones... Cuando terminamos le dejaba la panocha o aveces el culo llenisimo de leche, cuando me salía siempre me agarraba la verga toda batida de nuestros jugos y empezaba a mamarla, como si fuera un chupón o una paleta, su boquita aún con la leche de antes, se batía aún más, haciéndome venir varias veces, la mayoría de la leche se la bebía y la otra parte ella la agarraba y se lo ponía en todo el rostro como si fuera una mascarillas le facina a y enloquecia batirse de mi leche en todo su rostro, beber lo más posible y batirse los pechos también, le facinaba siempre ver cómo le ...
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