EL SECRETO DE PAPÁ
Fecha: 08/07/2019,
Categorías:
Gays
Autor: jeicy, Fuente: SexoSinTabues30
... manos.
_ Pero a ti que más te da, si tú no quieres a nadie ¿o me equivoco?
_ Dejemos esa conversación aquí.
_ Fírmame estos documentos, y deja esa tonta teoría conspirativa contra ti.
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Llegué a casa de mi novio y estacioné la moto, justo su madre abrió la puerta y me saludó
Entré saludando, su padre estaba en la sala, me saludó muy amablemente.
_Hey Pietro, que gusto verte –dijo el señor Fernando.
Los padres de mi novio son buena onda conmigo, aceptan la preferencia sexual de su hijo, y a mí me tratan como de la familia.
_ ¿Vienes a ver a Piero?– preguntó lo evidente.
_ Si así es Fernando ¿Puedo subir?
_ Si claro, estás en tu casa.
Los dejé en la sala y comencé a subir, pero Fernando volvió a llamar mi atención.
_ No me lo hagas gritar tanto –dijo arrojándome un condón.
Me sonrojé y sonreí nerviosamente, no me acostumbraba aun a que sus padres sean tan mente abierta.
Entré a la habitación de Piero, mi enamorado, y lo encontré de perrito sobre su cama, quebrando la cintura, mi pene automáticamente se erectó formando la carpa en mi short, me saqué toda la ropa y caminé hacía su culo, no emitimos palabra alguna y lamí su agujero, olía a limpio y se lo chupaba con más ganas hasta dejar el ano completamente rojo y dilatado, listo para la penetración.
Se giró y comenzó a oler mi pene y mis webos.
_ Me encanta tu olor a bolas– me dijo metiéndose los testículos a la boca.
Yo me hacía ligeramente hacia atrás, chupó suavemente mis dos testículos y luego se metió mi verga a la boca, despacio y de a pocos, yo estaba en la gloria, Piero era muy bueno mamando y sabía como me gustaba, cuando mi verga chocó su campanilla, él ahuecó la garganta tragándose todos mis 20 centímetros, electricidad recorrió la cabeza de mi pinga, su nariz quedó pegada a mi vello púbico.
_ Tú papá me dio este condón– dije mostrándoselo.
_ Si supiera que siempre me preñas cada vez que me follas– contestó él.
_ Y hoy no será la excepción – dije.
Piero detuvo la mamada de verga que me estaba dando y volvió a darme la espalda de perrito, mi pinga bien parada apuntó directamente a su ano.
_ ¿Te la clavo de una?
_ Si dale, estoy muy excitado.
Piero tomó una almohada y la puso bajo su rostro.
Tomé un poco de aire y de manera muy veloz le metí mi verga hasta la mitad, automáticamente el mordió la almohada y pegó un grito ahogado, sin dejarlo descansar introduje la otra mitad hasta que mi pubis chocó con sus nalgas.
Él respiraba fuertemente, lo jalé del cabello hacia mí, y reemplacé la almohada por mis labios.
_ ¿Te culeo duro?– pregunté.
_ Si, muy duro– respondió.
Yo obedecí, hice que volviera a colocar su rostro en la cama y comencé a follarlo de manera tal que sus nalgas sonaban con cada embestida, el solo se dedicaba a gemir cada vez más fuerte, sin importarle que en la planta de abajo se encontraban sus padres.
Ninguno de los dos daba tregua, los efectos del calor y la agitación hicieron lo ...